El círculo de confianza de Iglesias
El líder de Podemos diseña una ejecutiva de 62 cargos y un comité directivo de 10 vinculados a la universidad, a los movimientos sociales y la sociedad civil
La idea quedó clara desde que Podemos dio sus primeros pasos hace diez meses. La formación iba a aglutinar en su estructura interna todo lo que habían supuesto sus premisas. Para el marco teórico, el mundo académico vinculado a los estudios de Ciencias Políticas. Para pasar de la teoría a la práctica, los movimientos sociales y una parte de la sociedad civil en la órbita del 15-M. Es lo que queda reflejado en la dirección diseñada por el nuevo secretario general del partido: un Consejo Ciudadano integrado por 62 cargos, en el que aproximadamente la mitad procede de la universidad, y un Consejo de Coordinación con 10 dirigentes que forman el máximo núcleo de confianza de Iglesias. Ambos órganos son paritarios y, en su conjunto, están integrados por más de 15 cargos menores de 30 años y al menos otra veintena menor de 35.
En sus palabras, se trata de “un equipo humano joven, competente e ilusionado”. Tres conceptos que encierran las ambiciones de Podemos, es decir, romper con el pasado y abrir un nuevo proceso constituyente. El sábado por la tarde, tras el acto de clausura de la asamblea ciudadana de la formación, el Consejo Ciudadano celebró su primera reunión y, a propuesta del líder, avaló la composición del comité de dirección. Este grupo será el máximo responsable de la vida orgánica de Podemos y de sus mensajes oficiales, al igual que ocurre con las ejecutivas del PP, PSOE, IU o UPyD.
En sus reuniones, que se celebrarán con frecuencia semanal, se sentará el equipo de fundadores —todos ellos de la Universidad Complutense de Madrid— y cargos que han cobrado protagonismo desempeñando tareas de confianza durante el proceso constituyente de Podemos. Íñigo Errejón, director de la campaña de las europeas, considerado uno de los ideólogos de la formación y ahora responsable de la Secretaría Política, se perfila en la práctica como número dos de Podemos, con responsabilidades clave relacionadas con el mensaje y posturas del partido con vistas a las elecciones.
El consejo, señala Carolina Bescansa, secretaria de Análisis Político y Social, “está articulado fundamentalmente sobre el criterio de competencia técnica”, lo que en su opinión es una de las características que diferencia a esta dirección de las ejecutivas de los partidos tradicionales. Otro de los elementos que, según los documentos fundacionales de Podemos, promete garantizar control de las bases y democracia interna es la figura del revocatorio. Es decir, estos cargos pueden ser revocados si así lo pide la asamblea de la formación. El hecho de que un alto porcentaje del Consejo Ciudadano esté integrado por profesores universitarios y jóvenes “es un reflejo de que la política empieza a hacerla la gente más preparada, con más contacto con la vida cotidiana”, considera Bescansa, docente de Metología de investigación en la Facultad de Sociología y Ciencias Políticas de la Complutense. Allí imparte clases también Juan Carlos Monedero, nuevo secretario de Proceso Constituyente y Programa. El profesor de Filosofía Luis Alegre también forma parte del grupo de promotores de Podemos, y ahora se hará cargo del área de Participación interna, además de coordinar la oficina del secretario general.
En el Consejo Ciudadano se sientan también Gemma Ubasart, profesora de Ciencias Políticas en la Universidad de Girona y responsable de política territorial. En el Consejo Político figuran, entre otros, el economista de la Universidad de Málaga Alberto Montero, el editor y sociólogo Jorge Lago; German Cano, docente de Filosofía en la Universidad de Alcalá de Henares; o Nacho Álvarez, profesor en la Universidad de Valladolid. En ese órgano hay también diversos miembros que proceden de Juventud sin Futuro, un colectivo que nació en 2011 y fue uno de los precedentes del Movimiento 15-M, el fenómeno social que, para los fundadores de Podemos, supuso el primer diagnóstico de la situación de “descomposición” del llamado “régimen” del 78. En la dirección también hay miembros de la sociedad civil más comprometida con las causas de esos movimientos. Por ejemplo, el abogado de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, Rafa Mayoral, que se ocupará de la Secretaría de Relación con la Sociedad Civil y Movimientos Sociales. La eurodiputada Tania González, licenciada en Políticas, ejercía como profesora interina antes de entrar en el Parlamento Europeo. Ahora aprovechará su escaño para las tareas orgánicas que ahora asume como secretaria de Rescate Ciudadano. Sergio Pascual, ingeniero y antropólogo social, se hará cargo del área de Organización. La jurista y antropóloga gaditana Auxiliadora Honorato ocupará la Secretaría de Acción Institucional, la valenciana Àngela Ballester, licenciada en Historia y Relaciones Internacionales, será responsable de coordinación interna.
Comienza la organización territorial
Podemos comienza hoy a definir su estructura territorial, primero en los Ayuntamientos y después en las comunidades autónomas. Las bases de los municipios y de las distintas regiones están llamadas a votar a los cargos de la formación según el esquema seguido a escala nacional. “Las autonomías, las islas y los municipios con más de 200 inscritos contarán con una Asamblea Ciudadana, un Consejo Ciudadano y una Secretaría General”, señala el documento fundacional sobre organización del partido.
Este lunes se abre, por tanto, el plazo para presentar candidatos a las Secretarías Generales y los Consejos Ciudadanos, que finaliza el 5 de diciembre. Tras las campañas electorales y un proceso de votación similar al del consejo ciudadano estatal, los Ayuntamientos cerrarán sus estructuras el 2 de enero de 2015. Empezará entonces el proceso de organización autonómica, que culminará en febrero. De estas votaciones saldrán los 17 secretarios generales de las comunidades, representantes territoriales que se sumarán al Consejo Ciudadano estatal.
La expansión de Podemos en las distintas regiones supone el primer reto interno de la ejecutiva diseñada por Pablo Iglesias. Podemos, que se constituyó el sábado como fuerza política organizada, afronta ahora dificultades mayores con vistas al calendario electoral que arranca con las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2015. Queda muy poco tiempo, y el objetivo de la dirección consiste en tener al menos una estructura territorial definida para intentar gestionar esas citas con las urnas. De hecho, la formación no empezará a sopesar seriamente los nombres de posibles candidatos antes de enero. Las bases y las asambleas de cada comunidad autónoma tienen, según las ponencias del partido, la competencia de convocar elecciones primarias y de perfilar alianzas. Aun así, la función del secretario general y de los órganos estatales de Podemos es la de “asegurar coherencia y unidad”. Por tanto, las asambleas territoriales deberán respetar, en relación con los pactos y con las decisiones programáticas, los principios aprobados por las asambleas de las que dependen. Es decir, las asambleas municipales estarán sujetas a las autonómicas, y estas a la asamblea ciudadana estatal, cuya primera convocatoria se ha celebrado en los dos últimos meses.
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