Somos, el sindicato de Podemos, busca un hueco entre las centrales
CC OO y UGT rebajan las expectativas del círculo obrero de la formación
Podemos ya tiene un sindicato afín. No está vinculado formalmente al partido de Pablo Iglesias, pero nació en el círculo de sindicalistas simpatizantes de la formación. Su vocación, señalan los estatutos registrados el pasado 31 de octubre, es la de ser “un movimiento independiente y transversal, aunque con los mismos principios éticos de honestidad, participación y transparencia”. Y su principal objetivo “es modernizar las actuales estructuras sindicales”.
El sindicato, que aún no tiene el visto bueno del Ministerio de Empleo, tampoco puede contar, de momento, con libro de afiliados. Lo que de momento tiene son unas intenciones muy claras sobre el cambio de unas dinámicas sindicales “que se han acomodado” y en las que “unos pocos privilegiados toman las decisiones que afectan a todos”.
La portavoz del sindicato, Julia Pastor, señala que la intención es presentarse a las elecciones sindicales en todas las empresas que decidan las futuras bases del sindicato. La creación de Somos tiene también una consecuencia política con vistas al próximo calendario electoral, porque sitúa en la órbita de influencia de Podemos un sector de la sociedad muy vinculado tradicionalmente a Izquierda Unida y a las mareas ciudadanas que en esta legislatura han rechazado los recortes del Gobierno en sanidad y educación.
No obstante, al igual que Podemos, Somos asegura que su “base ideológica es tan abierta y múltiple como lo es la sociedad” y entiende que “la ideología debe quedarse en el ámbito de lo personal para no condicionar el objetivo social”. El único límite ideológico, prosiguen los estatutos, “está en los pensamientos antidemocráticos y que no tengan una base ética”.
Entre este otoño y buena parte de 2015 se celebra el grueso de las elecciones sindicales que tienen lugar cada cuatro años, allí donde se promueven este tipo de comicios
“Si mañana Podemos fuera el partido de Gobierno, como sindicato nosotros defenderíamos los intereses de los trabajadores, aunque eso implicara enfrentarse con Podemos. Somos independientes porque lo hemos elegido así”, afirmó Pastor este viernes, informa EP. En cualquier caso, el nuevo sindicato asegura que sus puertas “siempre estarán abiertas al diálogo constructivo con el Estado y la patronal” y que “ese diálogo siempre tendrá que estar asentado sobre unos principios de equilibrio y común protección de los más débiles”.
La iniciativa de Somos, que pretende abrirse camino en grandes empresas del sector público y privado, no preocupa a los sindicatos mayoritarios. Las centrales de trabajadores creen que hay muchas diferencias entre el mundo del trabajo y la política y es difícil que llegue a repetirse el éxito de Podemos.
Además, aunque saben que una alternativa sindical cercana al nuevo partido se está fraguando, todavía no han tenido que concurrir frente a ellos en ninguna elección sindical. “No me consta que hayan formalizado ninguna candidatura”, explica Fernando Lezcano, secretario de Organización de CC OO. “Solo hemos visto alguna comparecencia ante medios de comunicación, pero nada más”, señala José Javier Cubillo, de UGT.
Las centrales de trabajadores creen que hay muchas diferencias entre el mundo del trabajo y la política
Las centrales de trabajadores están ahora en un momento clave. Entre este otoño y buena parte de 2015 se celebra el grueso de las elecciones sindicales que tienen lugar cada cuatro años, allí donde se promueven este tipo de comicios. Pese a que este momento coincide con el auge de Podemos —el último barómetro del CIS sitúa a la formación de Pablo Iglesias como tercera fuerza del tablero en estimación y primera en voto directo—, no temen un fenómeno similar. “La marca en las empresas tiene poco peso. Lo determinante en los centros de trabajo son las personas”, confía Cubillo. Los sindicatos mayoritarios, en definitiva, reabajan las expectativas de Somos.
Cuando se les pregunta dónde creen que un nuevo sindicato puede tener más éxito, tanto Cubillo como Lezcano apuntan hacia aquellas Administraciones y empresas en las que los colegios electorales son más grandes. Por ejemplo, en las elecciones del sector de las antiguas cajas de ahorro que se celebran el próximo 26 de noviembre o en los centros escolares de Madrid el 4 de diciembre.
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