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Una ceremonia de gestos

La proclamación de Felipe VI se ha desarrollado en un clima general de distensión El patio del Congreso ha sido escenario de charlas informales, saludos fugaces y sonrisas En la tribuna, los invitados iban de Pérez Llorca a Pau Gasol

Francesco Manetto
El exministro y ex alto representante de la UE, Javier Solana, y el jugador de baloncesto Pau Gasol durante el acto de proclamación.
El exministro y ex alto representante de la UE, Javier Solana, y el jugador de baloncesto Pau Gasol durante el acto de proclamación.Alberto Martín (EFE)

Un juego de gestos y lenguaje no verbal. El acto de proclamación de Felipe VI ha trasladado este jueves 19 de junio, dentro y fuera del hemiciclo del Congreso de los Diputados, una fotografía de las relaciones políticas en la que ha habido, sobre todo, espacio para la distensión. A los mensajes de normalidad lanzados a su llegada a la Cámara baja por la gran mayoría de los representantes públicos desde primera hora de la mañana se añade todo lo que quedó en el ambiente. Lo que no se ha verbalizado y que de alguna manera, con más o menos naturalidad, se ha tratado de escenificar.

El patio del Congreso ha sido el escenario de breves conversaciones informales, saludos fugaces o efusivos y sonrisas. El lugar que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha cruzado con rapidez antes de la ceremonia declinando hacer declaraciones a la prensa. Donde se ha visto al diputado Eduardo Madina, aspirante a dirigir el PSOE, saludar a dos ministras del Gobierno de Mariano Rajoy, Ana Mato y Fátima Báñez. Donde uno de los comentarios más escuchados comparaba el acto de proclamación a una boda. Y donde muchos parlamentarios e invitados empezaban a desenfundar su teléfono móvil para tuitear, inmortalizar el momento o hacerse un retrato.

Los presidentes autonómicos han llegado en autobús a la Carrera de San Jerónimo poco después de las 9.30, y han accedido a la Cámara baja por separado a partir de las 9.45. Susana Díaz, Juan Vicente Herrera, José Antonio Monago han sido entre los primeros en entrar en el hemiciclo. El lehendakari, Iñigo Urkullu, quien después de la proclamación no ha salido al podio de honor instalado junto a la escalinata de la Puerta de los Leones para despedir a los Reyes, ha conversado distendidamente con el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, antes de que llegara Mas y ocupara su asiento entre ambos. María Dolores de Cospedal, número dos del PP y presidenta de Castilla-La Mancha, ha llegado poco después al hemiciclo. Durante el primer discurso de don Felipe como Rey, tanto Urkullu como Mas han seguido jugando con los gestos con algunos amagos de aplausos.

En la tribuna del Congreso estaban sentados unos invitados de distinta procedencia: de Pau Gasol, jugador de Los Lakers, al exministro de José María Aznar —que ha acudido al acto acompañado de su esposa, Ana Botella— Federico Trillo, pasando por varios secretarios de Estado (Susana Camarero, Jaime García-Legaz, José María Lasalle, entre ellos) o el presidente de la patronal, Juan Rosell, Cándido Méndez, secretario general de UGT, la defensora del Pueblo, Soledad Becerril o la antigua profesora del Rey Carmen Iglesias.

Entre los asistentes, además de los expresidentes del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero y Felipe González, también se contaban el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce; monseñor Blázquez, presidente de la Conferencia Episcopal, los expresidentes del Congreso del PSOE José Bono y Manuel Marín, la expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre, y algunos padres de la Constitución, el texto que hoy ha jurado Felipe VI: Miquel Roca, Pedro Pérez Llorca y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón.

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Sobre la firma

Francesco Manetto
Es editor de EL PAÍS América. Empezó a trabajar en EL PAÍS en 2006 tras cursar el Máster de Periodismo del diario. En Madrid se ha ocupado principalmente de información política y, como corresponsal en la Región Andina, se ha centrado en el posconflicto colombiano y en la crisis venezolana.

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