Detenido un policía local de Madrid por ayudar a planificar un secuestro

El desmantelamiento de nueve redes dedicadas presuntamente a manipular gasóleo industrial para venderlo como combustible para coches por la Guardia Civil ha destapado también una trama para secuestrar a un empresario de Salamanca, propietario de una firma de estructuras metálicas. En la llamada operación Santos, la Guardia Civil acaba de desarticular una organización que planificaba el rapto y extorsión de un industrial y ha arrestado a seis personas (en Madrid, Salamanca y Toledo) e imputado a otra por colaborar con la banda. Entre los detenidos, figura un policía municipal de Madrid adscrito a la comisaría del distrito madrileño de Tetuán. La investigación la ha coordinado el juzgado de Instrucción número 6 de Illescas, en Toledo, el mismo que instruye el caso del fraude del gasóleo y los agentes del instituto armado se han incautado en los registros de una pistola y un revólver, así como de anotaciones y seguimientos sobre el industrial. De momento, no han trascendido las identidades ni del empresario ni de los detenidos.

Los pinchazos telefónicos en el fraude del gasóleo llevaron a los investigadores de la Unidad contra el Crimen Organizado de la Guardia Civil de un caso a otro. En una de esas conversaciones intervenidas uno de los miembros de la red aludió a los planes de otra organización para secuestrar al empresario salmantino. Los agentes apuntaron a un hombre de Béjar que estaba proporcionando información sobre la vivienda y actividades del empresario, que conocía bien por haber hecho algunas obras de seguridad en su casa. El dispositivo de vigilancias de la Guardia Civil frustró el rapto tras detectar que los presuntos secuestradores tenían muy avanzados sus planes. La red trataba de hacerse además con lanzas térmicas que estas bandas suelen utilizar para fundir cámaras de seguridad y cajas fuertes. Los arrestados ya han prestado declaración en el juzgado y han quedado en libertad con cargos, acusados de un intento de secuestro.

La Guardia Civil recomienda a todas aquellas personas o empresas que planeen obras de seguridad encargar los trabajos a firmas especializadas, identificar al personal que los realiza y supervisar personalmente la reforma. Todas estas cautelas, recuerda el instituto armado, facilitan mucho las investigaciones en caso de la comisión de algún delito.