La renuncia de Díaz impulsa a Madina
El diputado vasco presentará el viernes su proyecto para liderar el PSOE tras el congreso Dirigentes socialistas piden a Patxi López que presente su candidatura
La conmoción que ha producido en el PSOE, singularmente en las direcciones territoriales y en personajes relevantes de la organización, que la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, desestime las peticiones de aspirar a liderar el partido no ha cambiado los planes del diputado vizcaíno Eduardo Madina. En 48 horas, el secretario general del grupo socialista en el Congreso anunciará su candidatura a liderar el PSOE.
El próximo viernes contará a los militantes del partido y a la opinión pública por qué lo hace, cuáles son sus planteamientos y los argumentos que va a plantear ante los afiliados para que firmen los 10.000 avales necesarios para tener el salvoconducto que abra la puerta a la competición. Esta culminará con la consulta a los 200.000 militantes el próximo 13 de julio cuya opinión aunque no sea formalmente vinculante será muy tenido en cuenta en el congreso oficial, ya con delegados, que se celebrará el último fin de semana de julio.
Uno de los primeros en reaccionar a la decisión de la presidenta andaluza ha sido el propio Madina. “No me ha sorprendido porque siempre creí a la presidenta de que su prioridad era Andalucía”, dijo Madina. “No formo parte de aquellos que no creían las palabras de Susana”. Se refiere implícitamente a tantos dirigentes socialistas que salieron a la palestra para pedir a Díaz que diera el paso de liderar el PSOE. “Lo he dicho siempre, mi admiración por Susana es completa”. Prudencia y palabras medidas para no dar la impresión de que pudiera estar dolido por ese pronunciamiento generalizado a favor de Díaz, con la excepción de Guillermo Fernández-Vara, líder de Extremadura, y Javier Fernández, de Asturias. ¿Se ha sentido presionado para que no se presente?, se le preguntó. “He hablado con mucha gente y de todo ha habido; gente que me ha dicho que sí, y otros que no, abstención ...”, señaló ya en plan de tirar balones fuera. Llámense presiones, reflexiones o insinuaciones, Madina ha escuchado en los últimos tiempos la conveniencia política e institucional no solo para el PSOE sino para España de que la presidenta andaluza fuera la única candidata a dirigir esta formación.
En paralelo ella nunca ha dado el sí sino que a todos los que la llamaban les expresaba sus muchas dudas por el compromiso con Andalucía. Finalmente, no ha podido desoír tantas voces en Andalucía que le pedían que se quedara en exclusiva con su tarea en esta comunidad. En su entorno también citan una encuesta en la que mayoritariamente la ciudadanía andaluza no compartía que pudiera compatibilizar los dos puestos. “El vínculo que ha establecido con la sociedad es muy fuerte”, insisten en su núcleo cercano para restar importancia a que al presentarse Madina necesariamente habría competición, situación que en el PSOE de Andalucía no querían afrontar. “No por miedo”, añaden sino porque no tiene necesidad alguna.
El aspirante minimiza las presiones para que se retirara
Nadie quiere alzar el hacha de guerra públicamente pero también desde Andalucía se mantiene que detrás de Eduardo Madina está el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba. Ambos lo niegan. Entre los barones territoriales que han apoyado a Díaz tampoco se comparte que Rubalcaba esté detrás de ninguna operación. “Ferraz ya no tiene aparato como para empujar candidatos”, señala un barón. De entrada, Madina trabaja desde hace meses con un equipo ajeno al aparato federal.
Con ella no competirá de entrada pero sí con otros y con ello cuenta. Hasta anoche el diputado por Madrid Pedro Sánchez Castejón mantenía su decisión de presentarse, probablemente mañana jueves. El profesor y decano de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Granada, José Antonio Pérez Tapias, presentó su candidatura hace diez días. Sensata, inteligente y responsable, ha sido Díaz al descartarse como aspirante a la secretaría general. Estos son adjetivos que le han dedicado Sánchez Castejón y Pérez Tapias.
Quienes apostaron por Díaz no ocultaban ayer cierto apuro por haber dado un paso al frente sin contar totalmente con ella. Ahora reconocen que la presidenta les escuchaba pero también apostillaba que en Andalucía la voces en contra de que se presentara eran muchas y fuertes. “Yo creí que era la mejor opción y así lo expresé”, reconoció el líder de los socialistas valencianos, Ximo Puig.
Y quizá aún no está todo escrito respecto a los candidatos a la secretaría general del PSOE. Desde el Partido Socialista de Euskadi se aseguró anoche que a lo largo del día su secretario general, Patxi López, había recibido llamadas para que repensara su intención de descartarse de la candidatura para la secretaría general. Éste así lo dijo la semana pasada y aunque afirmó que no iba a estar en la primera línea si manifestó su intención de “ayudar”. Fuentes próximas a López señalaron ayer que “ahora no toca” hablar de eso, pero añadieron un enigmático “aún quedan dos días”.
López, precisamente, almorzó ayer con Susana Díaz, con la que siempre ha tenido buena sintonía. Aunque de momento no se sabe el contenido de la conversación, este encuentro se produjo el mismo día en que Díaz renunció a liderar el PSOE y en que desde los socialistas vascos se reconocieron llamadas para animar a López a plantar batalla por la secretaría general de los socialistas.
Los barones reconocen que la presidenta andaluza nunca les dio el sí
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