Rajoy pasa al ataque directo en el final de la campaña de las europeas
El presidente hila una cerrada defensa de Cañete: “Es lisa y llanamiente el mejor” Cospedal: "La libertad que queremos las mujeres es la de poder trabajar" El líder del PP al PSOE: "Mientras no se regenere es difícil que pueda hacer algo razonable"
Empieza el cuerpo a cuerpo. Tras unas semanas de perfil bajo y un debate electoral con argumentos precocinados, las polémicas declaraciones de Miguel Arias Cañete sobre el machismo y unas previsiones que, según la encuesta de Metroscopia, auguran una caída del PP en las urnas obligan a Mariano Rajoy a pasar al ataque.
El presidente del Gobierno dio, este domingo en Cuenca y el sábado en Barcelona, sus primeros mítines con mensajes que iban más allá del mantra de la recuperación económica. En Cataluña se volcó para tratar de contener el proyecto soberanista de Artur Mas. Y este domingo acompañado de su número dos al frente del partido, María Dolores de Cospedal, Rajoy contraatacó ante un sondeo que vaticina una abstención casi sin precedentes, un empate con el PSOE en escaños (19) y una ventaja para los populares de solo 1,5 puntos.
A las referencias habituales a la herencia de los Gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero el líder de los populares añadió un nuevo dardo. En su llamamiento al voto, ante cientos de militantes y simpatizantes reunidos en un polideportivo, arremetió contra el PSOE con unas palabras que buscaban el enfrentamiento directo con la dirección socialista, que después de las elecciones europeas comenzará a afrontar el proceso de primarias. Mientras “no se regeneren, no cambien, se enteren y aprendan es difícil que puedan hacer de manera alguna algo razonable para nuestro país”, sostuvo Rajoy días después de que el debate sobre la llamada “gran coalición” irrumpiera en la campaña electoral de la mano del expresidente Felipe González.
“No se puede votar al Partido Socialista, no van a parte alguna”, insistió el jefe del Ejecutivo, que también cargó contra las llamadas formaciones minoritarias recurriendo al argumento habitual. Rajoy las llama “opciones pequeñas” y cree que elegirlas supone “tirar el voto”. “Está muy bien pero luego es completamente inútil" en el Parlamento europeo, que tiene más de 750 escaños. En Bruselas, subrayó, “o estás integrado en una gran organización o simplemente no existes”.
El tono de Rajoy fue el propio de un mitin desde el primer momento. Habló de herencia y de crecimiento —“fuera de España hace dos años éramos el enfermo de Europa, y ahora después de dos años, todo el mundo nos saluda como ejemplo de recuperación”—. Pero, sobre todo, se mostró dispuesto a jugársela con Arias Cañete, de quien hiló una cerrada y larga defensa —alrededor de cinco minutos—, aun pasando por alto sus afirmaciones sobre la “superioridad intelectual” en los debates con las mujeres. El presidente salió, de alguna manera, al rescate del candidato popular ante ese error, reconocido también por la dirección nacional, y después de su derrota en el cara a cara con la aspirante socialista, Elena Valenciano.
Rajoy presentó a Cañete, que este domingo atribuyó al “cansancio” sus afirmaciones en una entrevista en La Razón, no solo como “lisa y llanamente, el mejor candidato a estas elecciones”, sino que le defendió como “un candidato extraordinario, tan extraordinario como el trabajo que ha hecho”. “A Miguel nadie tiene que decirle como dar la batalla en Bruselas, nadie tiene que recordarle cómo tiene que defender los intereses de los españoles”, enfatizó el líder del PP antes de proseguir en su intento de rescatar al aspirante: “Miguel Arias ha dejado ya su huella en Europa. Su trabajo como ministro se puede cuantificar, 47.000 millones de euros que nuestro campo va a recibir de la PAC, un seguro de vida”. Hoy viajará a Andalucía, una comunidad en la que, según afirmó el propio Rajoy en una conversación informal con periodistas, el PP espera ganar las europeas.
Nadie habló abiertamente de la polémica, aunque Cospedal aludió a esa cuestión. “La libertad que queremos las mujeres es la de poder trabajar, esa es la libertad que queremos las mujeres”, remachó la número dos de los populares, a quien Rajoy ensalzó como ejemplo de gestión. “Quiero dar las gracias a María Dolores”, afirmó Rajoy, “al frente de la Secretaría General en unos momentos muy difíciles para nuestro partido”. “Y como presidente del Gobierno, por tu labor al frente de Castilla-La Mancha”, donde, recalcó, “recibió la peor herencia que ningún gobernante de España en los últimos años”.
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