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Rajoy planta a Teodoro Obiang a última hora en la cena de Bruselas

Moncloa asegura que se trataba de un acto protolocario y no de trabajo Asegura que ha optado por preparar las reuniones bilaterales de este jueves El presidente había dicho poco antes que iba a la cena porque era su obligación

Miguel González

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha decidido no acudir a la cena en Bruselas en la que estaba previsto que se sentara en la misma mesa que con Teodoro Obiang,el dictador que desde 1979 gobierna con mano de hierro su única excolonia en el África subsahariana. Fuentes de Moncloa han explicado que la cena era un acto "protocolario, no de trabajo", y que el presidente español ha preferido retirarse a preparar las reuniones bilaterales que tiene previstas para este jueves con los jefes de Estado o de Gobierno de Mozambique, Tanzania, Malí y Madagascar. Rajoy saludó a Obiang en los márgenes de la cumbre

Tal como adelantó EL PAÍS, La Moncloa había rechazado la petición de celebrar una entrevista bilateral, pero había accedido que ambos se sentaran juntos en la cena oficial. A su llegada a la cumbre, el propio Rajoy lo confirmó: “Estaré con el señor Obiang. No hay previsto un encuentro bilateral, pero creo que coincidiré con él en la cena, por tanto hablaré como hablo con cualquiera, como es mi obligación”. La Moncloa quiso restar trascendencia al hecho de que ambos cenaran juntos alegando que habían sido los servicios de protocolo de la UE los que habían distribuido a los comensales en base a sus “coincidencias idiomáticas”. Rajoy y Obiang son los únicos mandatarios asistentes a la cumbre que hablan español, pero en la misma mesa estaba previsto que se sentara el presidente del Consejo Europeo, el belga Herman Van Rompuy.

Sin embargo, sorpresivamente, Rajoy abandonó la cumbre antes de comenzar la cena. Fuentes de Moncloa justificaron su espantada asegurando que no era una cena de trabajo sino puramente protocolaria, que el programa llevaba considerable retraso y que el presidente debía preparar las reuniones bilaterales de mañana. Eso sí, antes de marcharse Rajoy tuvo tiempo de saludar a Obiang y charlar con él.

Lo cierto es que a Rajoy no le gustó que Obiang atribuyera a la influencia del Rey la invitación para que pronunciara un discurso en la sede del Instituto Cervantes de Bruselas, el pasado martes. “No ha habido absolutamente nada por parte del Rey”, zanjó el asunto. En cualquier caso, el presidente regresó a su hotel a tiempo para ver el partido Real Madrid-Borussia Dortmund de la Champions League.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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