Aritmética de la `prima´
Mariano Rajoy y José Manuel Moreno, presidente del PP de Andalucía.
“El descenso de la prima de riesgo significa que al final de este año podríamos ahorrarnos en este capítulo bastante más de 1.000 millones de euros”, explicó Mariano Rajoy al presentar en el pleno del Congreso de los Diputados, el miércoles 8 de mayo de 2013, el Plan de Estabilidad y el Plan Nacional de Reformas.
Diez meses más tarde, el pasado 2 de marzo, en el Congreso Regional del Partido Popular de Andalucía, Rajoy dijo: “De la prima de riesgo sí se come, porque el año pasado nos ahorramos 8.800 millones de euros”.
Desde luego, cuando el presidente del Gobierno anticipó en mayo del pasado año que con la caída de la prima de riesgo (diferencia entre lo que pagan España y Alemania por el bono público a diez años) el ahorro podría suponer “bastante más de 1.000 millones de euros” no tenía a la vista la cantidad que ahora ha dado por consumada, esto es, los 8.800 millones de euros.
¿Cuál es, pues, la aritmética de la prima de riesgo?
Según la Dirección General del Tesoro, el coste de la deuda del Estado o el “rendimiento efectivo medio” de las nuevas emisiones de deuda en 2013 fue del 2,45% contra el 3,01% registrado en 2012.
¿A cuánto ascendieron esas emisiones?
A 238.560 millones de euros.
El ahorro, por tanto, sería de 0,56% (la diferencia entre el interés medio pagado del 3,01% pagado en 2012 y el 2,45% de 2012). Esto es: 1.336 millones de euros.
Pero esta cifra es excesiva porque el ahorro debe calcularse sobre el saldo medio anual de la deuda nueva. Esto nos lleva, pues, a una cifra bastante inferior.
Pero si se proyecta sobre el coste de la deuda emitida entre la presentación de los presupuestos (septiembre) y finales de 2013, la cifra de ahorro rondaría, finalmente, los 1.000 millones de euros.
Esta cifra, si bien se mira, parece aproximarse bastante a la idea que dio Rajoy en mayo de 2013 al hablar de 1.000 millones de euros.
¿Cómo se produce el salto hasta los 8.800 millones de euros?
He aquí una pista: el pago de intereses que el Gobierno preveía en el presupuesto de 2013 presentado en septiembre de 2012.
¿Y cuál era esa previsión?
La partida de intereses de la deuda pública contemplaba el pago de 38.590 millones de euros.
Por aquella época, septiembre de 2012, después de dispararse la prima de riesgo hasta los 637 puntos básicos o 6,37 %, a mediados de julio de 2012, tras la crisis y nacionalización sobrevenida de Bankia, el Banco Central Europeo (BCE) decidió frenar la especulación en los mercados a través del compromiso de adquirir deuda pública de aquellos países que, como España e Italia, se encontraban en el centro de la tormenta.
En septiembre de 2012, precisamente, el BCE aprobó el nueva sistema de compras, el llamado programa OMT (Outright Monetary Transactions). Con todo, la diferencia entre lo que siguió pagando España respecto a Alemania siguió siendo muy elevada.
En tal contexto, la previsión del Gobierno español sobre la evolución de los tipos de interés tomaba en cuenta la situación realmente existente. De ahí, la suma de 38.590 millones.
La realidad es que 2013 se ha cerrado con el pago de una cantidad considerablemente menor a la presupuestada. Alrededor de 30.000 millones de euros.
El ahorro de 8.800 millones que ahora se utiliza en el discurso oficial es, en rigor, la diferencia entre la cifra que en un momento critico proyectó el gobierno de Rajoy –tan crítico que la amenaza de desintegración del euro obligó a actuar al BCE- y la realidad.
El ahorro real del que estamos hablando, en números redondos, asciende a unos 1.000 millones de euros.
Comentarios
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.