Iñaki Rekarte, es uno de los miembros de ETA que consiguió la libertad en noviembre de 2013 al aplicarse a la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que tumbó la aplicación de la doctrina Parot. Fue condenado a 203 años y seis meses de prisión por haber colocado un coche bomba en Santander en 1992 que mató a tres personas y dejó a 21 heridos. Estando en prisión, rompió con la disciplina de la banda terrorista y se acogió a la denominada vía Nanclares. Fue expulsado del colectivo de presos terroristas por condenar la lucha armada de ETA y reconciliarse con las víctimas, para la banda terrorista es un traidor.
Este jueves, en una entrevista con la Cadena Ser, el exetarra ha considerado que "inevitablemente [ETA pedirá perdón a sus víctimas] ¿cuándo?, no lo sé, pero claro que lo pedirá". Ha asegurado que él intentó convencer a la banda de que tomara otro camino en varias ocasiones, y ha afirmado que se encuentra en paz: "Duermo bien, con la conciencia tranquila. Hombre, no me gusta hablar de mi vida, no me gusta mirar atrás, pero la vida es un conjunto y es lo que se debe valorar". Preguntado por el desarme de la banda terrorista, Rekarte ha sentenciado que no tienen otro camino: "Pienso que ETA tiene voluntad de entregar las armas, no le queda otra".
Rekarte tiene dos niños de año y medio y seis años. Eventualmente, sus hijos se enterarán del pasado de su padre, pero el exeterra ha explicado que no piensa ocultarles nada: "¿Cómo se los explicaré? no lo sé, de forma natural yo creo", y ha confesado que su hijo grande ya le ha preguntado si había matado policías. "Yo le dije que no".