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Los últimos debates, viñeta a viñeta

El dibujante Peridis, ha ilustrado para EL PAÍS las grandes citas de la política Española

Lo mejor de los debates del estado de la nación suele venir en el turno de réplica. Es ahí cuando los portavoces de la oposición intentan arrinconar al presidente, mostrar los puntos débiles de sus políticas. Mariano Rajoy no consiguió tumbar a Zapatero hasta que su segundo mandato daba claros síntomas de agotamiento. Tal y como refleja el dibujante de EL PAÍS José María Pérez González, Peridis, funcionó su técnica de esperar y ver. Las crónicas cuentan incluso que el actual presidente se sintió ganador en su cita del año pasado, cuando navegaba entre los peores recortes de la historia de la democracia y el escándalo del caso Bárcenas. Sus partidarios respiraron tranquilos al ver que no se hundía en el lodo de la corrupción y que su principal contrincante, Alfredo Pérez Rubalcaba, evitaba un debate más bronco. Este es el resumen de los últimos debates ilustrados por Peridis y contados por los redactores de este periódico.

Julio de 2007: el debate de ETA

El entonces presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, gobernaba un país feliz: el número total de desempleados se situaba en 1.760.000 y la tasa de paro se había reducido hasta el 7,95%, la más baja desde 1978, según la EPA. Zapatero impuso en aquella ocasión su discurso electoral, lleno de optimismo y satisfacción, reivindicando sus tres años de Gobierno como los mejores desde la transición. El entonces líder de la oposición lo recibió en el turno de réplica a cara de perro, con ataques directos al Gobierno y centrado en cobrarse una única pieza: la política antiterrorista. Rajoy acusaba entonces a Zapatero de que su partido hablase con la banda en la legislatura anterior, con Aznar en la presidencia. "Ha engañado a los españoles, ha negociado y cedido ante ETA. Su mandato no concluye en marzo, su mandato ha concluido", le espetó Rajoy. El socialista respondió al pretendido engaño a los populares intentando quitar dramatismo: "Mi voluntad es cumplir la legislatura y seguir trabajando en el proceso".

Mayo de 2009: la crisis descoloca al Gobierno

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La política antiterrorista fue lo de menos en el penúltimo debate del estado de la nación del Gobierno Zapatero. La crisis había impactado de lleno en el país dejando descolocado al Gobierno: "Lo que era muy difícil de prever es que el ajuste se iba a acabar produciendo en las peores condiciones imaginables: coincidiendo con la peor tormenta que la economía internacional ha sufrido en los últimos 50 años. La desaceleración que habíamos previsto se convirtió en 2008 en un brusco estallido de la burbuja. La pérdida de empleo en los últimos meses es abrumadora", constataba con impotencia el presidente. Contra ello planeaba medidas de estímulo, como ayudas para la compra de vehículos. Rajoy le recordaba los más de cuatro millones de parados: "Este es el estado de la nación". "Hay un millón y medio de parados que no recibe ninguna prestación, que vive del aire o de su familia, si puede, porque hay un millón de familias con todos sus miembros en el paro". Rajoy ya hacía del déficit público su gran caballo de batalla: "Va camino del 10% porque su pasmosa administración, cuanto menos ingresa más gasta".

Julio de 2010: el mandato de Zapatero agoniza

Para satisfacción del PP, el entonces líder de la oposición Mariano Rajoy puso la directa a La Moncloa en el quinto debate del estado de la nación del Gobierno de Zapatero. El deterioro de su imagen se hacía evidente, y la derecha aprovechaba para pedir un adelanto electoral. Quería instalar la idea de que nada iba a cambiar mientras Zapatero siguiese ocupando la presidencia. Los socialistas se concentraban en evitar la soledad de su grupo parlamentario en el hemiciclo tendiendo la mano a otros partidos. El presidente ofreció pactos para reformas estructurales: la laboral, de pensiones, política energética y sector financiero. El entonces presidente salía debilitado del debate, agobiado por una situación que su Gobierno parecía no ser capaz de afrontar y sin conejo en la chistera, sin ningún gran anuncio capaz de ilusionar a los ciudadanos o, al menos, contentar a los suyos.

Junio de 2011: la estocada final

El movimiento 15M había estallado en España poco antes de que Zapatero afrontase el que iba a ser su último debate del estado de la nación. Con un gobierno agotado, se esforzó en defender las reformas de su mandato y exponer medidas cargadas de guiños electorales. Consciente de que la recuperación no estaba "próxima", repitió que no habría más recortes sociales y lanzó la promesa de medidas dirigidas a cambiar el sistema hipotecario para favorecer a los más débiles, así como un 5% más de dinero para becas y ayudas para aliviar la morosidad de los Ayuntamientos con los empresarios. Llegó tarde. Mariano Rajoy, como ilustra la viñeta de Peridis, le pedía que terminase cuanto antes, consciente de su victoria electoral: ¿Hasta cuándo se propone imponer a los españoles este  calvario estéril, esta lenta agonía?", se preguntaba. "No me gustaría pensar que en lo único en lo que nos parecemos a Grecia es en la oposición", le contestaba el presidente.

Febrero de 2013: el PP ve salvado el peor año

El del año pasado fue el primer debate del estado de la nación para Rajoy como presidente. Lo afrontaba en su peor momento, acosado por el escándalo del caso Bárcenas y con casi seis millones de parados. Dadas las circunstancias hizo lo que pudo, presentando medidas novedosas contra la corrupción y obviando cualquier explicación de lo que ocurría en su partido. Hacía dos semanas que Alfredo Pérez Rubalcaba pedía la dimisión de Rajoy por el escándalo del extesorero y los populares esperaban un líder del PSOE mucho más agresivo que el que finalmente se vio en el Congreso. Los socialistas consideraban que la corrupción no podía monopolizar el debate con miles de personas sufriendo el desempleo y los recortes. Rajoy, por su parte, fue capaz de transitar por un debate de siete horas y media sin pronunciar el nombre entonces prohibido en su partido: Luis Bárcenas

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