_
_
_
_

La entrada de casi 150 subsaharianos traslada la presión migratoria a Melilla

La ciudad autónoma registra el mayor salto masivo con éxito y el quinto de 2014 La ONG Prodein destaca que, "por primera vez", no se han producido "devoluciones en caliente" La Delegación del Gobierno subraya que, al menos, cinco subsaharianos han resultado heridos

Un miembro de Cruz Roja ayuda a tres de los inmigrantes que se han quedado este lunes subidos en la valla de Melilla.Foto: atlas
J. Jiménez Gálvez

La presión migratoria se intensifica, de nuevo, en las ciudades españolas del norte de África. Aunque esta se ha trasladado de Ceuta a Melilla. Cerca de 150 subsaharianos han logrado entrar este lunes en la segunda de estas ciudades autónomas, tras superar la valla que la separa de Marruecos, según ha informado la Delegación del Gobierno.

Más información
30.000 inmigrantes aguardan en Marruecos para saltar a Ceuta y Melilla
Las rutas de la inmigración en el norte de África
El peligro de los 'coches kamikazes'
Marruecos: el camino a España para subsaharianos y sirios

Este cruce multitudinario de la frontera, el de mayor importancia del año y el primero tras la tragedia de la playa de Tarajal (Ceuta), ha coincidido con un avance de la investigación sobre las circunstancias en las que el pasado 6 de febrero murieron, al menos, 15 personas cuando intentaban llegar a nado a Ceuta. Y es que, este lunes, el Juzgado de Instrucción número 6 de Ceuta ha exigido a la Guardia Civil todas las grabaciones que se hicieron ese día desde el perímetro fronterizo.

Antes de esa petición, ya se había producido el salto de la valla de Melilla, protagonizado por más de 250 personas —mayoritariamente francófonas y de nacionalidad camerunesa—. Ha ocurrido sobre las seis y media de la mañana en la zona de Villa Pajares, entre los puestos fronterizos de Beni Enzar y Barrio Chino. Cerca de 100 subsaharianos no han logrado pasar y se han quedado en el lado marroquí, bajo custodia de las autoridades de dicho país, según ha subrayado la Delegación del Gobierno. El resto, en cambio, que sí lo consiguió, se ha dividido en grupos y se ha dispersado en dirección al interior de la ciudad autónoma.

"En el salto, los inmigrantes actuaron de manera muy coordinada para sortear el sistema anti-intrusión", ha resaltado Interior, que destacó el amplio dispositivo en el que participaron la Guardia Civil, un helicóptero y un módulo de la Agrupación de Reserva y Seguridad —destinado en la ciudad para el refuerzo de la vigilancia de la frontera—. "Los subsaharianos han pasado este lunes aprovechando el relevo de los efectivos del instituto armado", ha explicado Serafín Giraldo, portavoz de la Unión Federal de Policía (UFP), que ha denunciado la falta de medios policiales para "afrontar este reto migratorio".

"Hay varios heridos. En el hospital hemos estado con uno que tenía la pierna rota" José Palazón, de la ONG Prodein

Desde el inicio de 2014, Melilla ha registrado cinco intentos masivos de entrada, con cerca de 3.000 inmigrantes en total. El más numeroso se produjo el 7 de febrero, cuando 1.400 personas trataron de acceder a la localidad española. Entonces, ninguna lo logró. Sí lo hicieron, en cambio, 60 subsaharianos el 15 de enero. Este fue el último acceso multitudinario con éxito y ocurrió antes de la reciente tragedia de Tarajal, cuando la presión migratoria recayó sobre Ceuta.

Ahora, esta ha vuelto a Melilla. Porque, según informes de las fuerzas de seguridad del Estado, la policía conoce la existencia de grupos criminales marroquíes dedicados al traslado de subsaharianos entre las zonas fronterizas de ambas localidades, en función de la situación puntual de cada una. Si en una es más fácil la entrada, los transportan a lo largo de los 400 kilómetros que las separan.

"Por otra parte, por primera vez, los inmigrantes nos han dicho que este lunes la Guardia Civil no ha devuelto a nadie en caliente", ha apuntado este lunes José Palazón, portavoz de la ONG Prodein. Una práctica "habitual" denunciada por los colectivos humanitarios de las dos ciudades autónomas y que también se produjo, según estas organizaciones, en la tragedia de Tarajal. "A diferencia de otras veces, este lunes se ha cumplido la ley en Melilla. No hemos tenido quejas de los inmigrantes", ha dicho Palazón, que "espera" que las autoridades sigan cumpliendo la normativa y no haya más "devoluciones irregulares".

Un inmigrante saluda tras saltar la valla de Melilla.
Un inmigrante saluda tras saltar la valla de Melilla.antonio ruiz

La Delegación del Gobierno en Melilla, a través de una nota, ha detallado el salto de la valla. Ha hecho hincapié en que la mayor parte de los de subsaharianos, una vez en España, se han dirigido directamente al Centro de Estancia Temporal (CETI). En su recorrido, han lanzado cánticos —como "Barça, Barça"—, al tiempo que se han despojado de prendas de ropa que han dejado sobre las aceras y carreteras por las que han pasado. Después, cuando han llegado al CETI, según ha destacado Interior, los inmigrantes han tirado la verja de la entrada para coches al intentar acceder todos a la vez: "Haciendo así uso de la fuerza".

"Hay varios heridos. En el hospital hemos estado con uno que tenía la pierna rota", ha manifestado, por su parte, la ONG Prodein. Aunque ninguno de ellos ha presentado cortes por las cuchillas, ya que han saltado por una zona sin concertinas. Un punto que también ha querido resaltar Interior, que ha cifrado en cinco los atendidos en el Hospital Comarcal: "Por contusiones, fractura y esguinces". Además, Cruz Roja ha intervenido para bajar de lo alto del vallado fronterizo —de la verja interior, la más próxima a Melilla— a cinco africanos que se han quedado encima de esta.

Paralelamente, el episodio de este lunes ha intensificado el enfrentamiento político a diferentes niveles. En primer lugar, entre el Gobierno de Mariano Rajoy y los partidos de la oposición. La vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, ha reprochado al presidente del Ejecutivo que no haya condenado —ni dicho "nada"— la muerte de 15 subsaharianos en Ceuta y lo ha acusado de "falta de humanidad". "Todavía estamos esperando saber quién va a asumir la responsabilidad de lo que ha sucedido".

Elena Valenciano acusa a Mariano Rajoy de "falta de humanidad" por la tragedia de Ceuta

Estas palabras se han producido en la misma semana en la que el pleno del Parlamento votará, a petición de Izquierda Plural, la dimisión del titular de Interior, Jorge Fernández Díaz, por la gestión de la tragedia ceutí. Y, a su vez, han coincidido con la solicitud de UPyD de que el ministro acuda otra vez al Congreso por las diversas versiones dadas sobre la muerte de los 15 subsaharianos.

Ya en un segundo nivel, el Gobierno melillense ha atacado este lunes a la Unión Europea (UE) tras las declaraciones, la pasada semana, de la comisaria europea de Interior, la sueca Cecilia Malmström, que recriminó a España la actuación policial en Ceuta. "Las autoridades españolas tienen la responsabilidad de analizar las circunstancias en las que ocurrió este incidente", señaló la representante comunitaria, que amenazó entonces con posibles sanciones. Unas declaraciones que no han sentado nada bien entre las autoridades de Melilla.

El portavoz del Ejecutivo de dicha ciudad autónoma, Daniel Conesa (PP), ha recriminado a la UE su "nula implicación" ante el problema migratorio de las dos ciudades españolas localizadas en el norte de África. "Es muy sencillo, desde el cómodo norte, donde no se sufre este problema, criticar las actuaciones que se hacen en el sur para tratar de frenar las oleadas de personas que quieren entrar a Europa de manera irregular", ha apuntado.

A este respecto, a falta de cerrar el balance de 2013 —que arrojará datos "ligeramente superiores" a los del año precedente, según fuentes de la Delegación del Gobierno—, en 2012 ya se incrementó el número de saltos masivos a la valla de Melilla. Entonces se volvió a niveles de 2005, según Interior. En total, hubo 28 entradas multitudinarias, frente a una sola en 2011.

Es muy sencillo, desde el cómodo norte, donde no se sufre este problema, criticar las actuaciones que se hacen en el sur Daniel Conesa (PP), portavoz del Gobierno de Melilla

Esta tendencia explica que las dos ciudades autónomas se enfrenten desde hace meses al aumento de una fuerte presión migratoria que mantiene en alerta constante a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Según fuentes policiales, alrededor de 30.000 subsaharianos están asentados en Marruecos a la espera de poder entrar clandestinamente en Europa, en la mayoría de los casos a través de Ceuta y Melilla. Por ello, y debido a los saltos masivos de estas últimas semanas, los Gobiernos de ambas están cuadrando sus agendas para reunirse en una cumbre, prácticamente monográfica, para abordar esta situación.

Mientras tanto, ante las críticas de las ONG contra la Guardia Civil por la actuación de Tarajal, Interior continúa a la defensiva. Y este lunes, tras la entrada de 150 subsaharianos, el delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, no ha querido perder la oportunidad de ensalzar "la gran labor" que desarrolla el instituto armado. "Y condeno a quienes respaldan el quebrantamiento de las mismas fronteras y consciente o inconscientemente cooperan de tal modo con las mafias que se lucran de la explotación y tráfico de seres humanos", ha concluido.

Senegal critica la política migratoria

IGNACIO FARIZA, Dakar

El presidente de Senegal, Macky Sall, criticó duramente el pasado miércoles la política de cierre de fronteras de la Unión Europea. "No es la forma de solucionar el drama de la emigración", remarcó el máximo dirigente de uno de los principales focos de inmigración a la UE, solo dos semanas después de que al menos dos de sus nacionales fallecieran al intentar traspasar por mar la frontera de Ceuta. "El cierre total de fronteras no es la solución, hace falta inversión y desarrollo económico para dar un futuro a los jóvenes senegaleses", añadió Sall. En un país en el que la población censada menor de 24 años asciende al 63% del total, en el que apenas un 50% sabe leer y escribir y en el que casi uno de cada dos no tiene trabajo reglado, la emigración es la única vía de escape para una juventud sin futuro. "Lo ven en la televisión francesa y es lo más parecido a un paraíso", admite un asesor del Gobierno senegalés que prefiere no ser citado.

Las críticas de Macky Sall a la política migratoria comunitaria se produjeron en una conferencia de prensa con varios medios extranjeros —la primera desde que llegó al cargo en abril de 2012— posterior a su encuentro con el comisario europeo de Desarrollo, Andris Piebalgs. El responsable de cooperación de la UE se encuentra en el país de visitando varios proyectos de infraestructuras en cuya financiación participa la Comisión Europea.

"Tenemos una responsabilidad histórica en la situación de los países africanos", admitió Pielbags en Dakar. "La emigración ilegal siempre está mal, como cualquier acto que esté fuera de la ley", replicó Piebalgs, que inscribe las palabras del presidente senegalés —con cuyo Gobierno la UE mantiene una "estrecha" relación— dentro de la habitual respuesta "demasiado emocional" a un problema que afecta a una población "desesperada". En este sentido, se mostró de acuerdo sobre la necesidad de invertir en los países del África subsahariana para poder ofrecer un futuro a sus jóvenes. "Es cierto que el sur de Europa atraviesa un momento de fuerte crisis económica, pero el verdadero drama se vive en países como Senegal", zanjó.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

J. Jiménez Gálvez
Redactor de Tribunales de la sección de Nacional de EL PAÍS, donde trabaja desde 2014 y donde también ha cubierto información sobre Inmigración y Política. Antes ha escrito en medios como Diario de Sevilla, Europa Sur, Diario de Cádiz o ADN.es.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_