El juez deja a la policía la decisión final sobre el paseíllo de la Infanta en Palma

El juez decano de los juzgados de Palma, Francisco Martínez Espinosa, ha abordado hoy con jefes y oficiales de la Policía Nacional de Palma cómo ha de ser el despliegue de seguridad en la sede judicial de Palma, el 8 de febrero, cuando comparezca como imputada la infanta Cristina en los juzgados de Palma. Entrará por la rampa o por el callejón posterior, pero no se especifica si la hija del Rey lo hará andando o en coche. El dispositivo “mantendrá las pautas generales de acceso al edificio", escribe el juez, pero se abre la posibilidad de permitir "medidas excepcionales en función de las necesidades o exigencias de seguridad que pudieran plantearse”.

El magistrado decano, que encabeza por elección la junta de jueces ha explicado en una nota que reclamará a la Policía Nacional “la adopción de los dispositivos de seguridad necesarios para que la declaración se desarrolle en condiciones de normalidad”.

El magistrado que gestiona la organización de los juzgados ordinarios advierte que, al ser la declaración el sábado, cuando las dependencias judiciales de Vía Alemania Palma no están abiertas al público, “no se permitirá el acceso a los medios de comunicación al interior del edificio” judicial. Los representantes de medios quedarán concentrados, tras unas vallas, en el patio trasero de la sede judicial, al final de la rampa de acceso, ante la puerta de entrada posterior al juzgado de guardia y que da paso a los calabozos de detenidos.

En general, se repetirán los dispositivos de las anteriores declaraciones de imputados singulares, como fue en el caso de Iñaki Urdangarin en febrero de 2012 y febrero de 2013.

A lo largo de la mañana de hoy, unidades de la policía han revisado las alcantarillas del entorno de la sede judicial en una operación que han tildado de habitual, periódica.