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La policía detiene al mayor falsificador de España que producía 2.500 euros diarios

El arrestado de 60 años inventó un horno especial para imprimir y secar el dinero

En esta ocasión, no era fácil identificarlos. A simple vista cualquier persona podría haber creído que eran auténticos. La copia era casi exacta, el tacto y el sonido engañaban al receptor. El Cuerpo Nacional de Policía ha detenido en Toledo a un español que se dedicaba, desde principios del año pasado, a falsificar billetes de 50 euros. Es considerado el mayor falsificador en España. El hombre de 60 años, producía a diario 2.500 euros en billetes falsos a través de un horno especial que él mismo inventó. Sus imitaciones estaban catalogadas entre las 10 primeras de mejor calidad de Europa.

Los billetes tenían todos los detalles de los auténticos pero estos eran imperfectos y así fue como la policía lo pudo localizar después de seguir sus pasos desde junio de 2013: los billetes falsos llevaban marca de agua, aunque esta no se intensificaba al ponerla a contraluz; tenían holograma, pero este no cambiaba de imagen. Llevaban el sello con tinta OVI (tinta ópticamente variable, según sus siglas en inglés), pero esta no cambiaba de color. El tamaño, el hilo de seguridad y la marca con textura eran prácticamente iguales; el sonido metálico que produce un billete cuando se agita era muy parecido, pero menos intenso. 

El centro de operaciones del delincuente se ubicaba en un chalé en Bargas (Toledo) donde el hombre, experto en artes gráficas, realizaba las falsificaciones con ayuda de su mujer, una colombiana de 45 años. El criminal autodidacta trabajaba con una red de colaboradores que también ha sido desmantelada en colaboración con Europol y con la Brigada de Investigación del Banco de España (BIBE). Esta red movía el dinero en bares o lugares de ocio con poca luz, en mercadillos y en centros comerciales con mucha gente. Otros tres hombres, también españoles, han sido detenidos. La operación, sin embargo, continúa abierta porque la policía calcula que eran 30 personas aproximadamente las que metían la moneda al mercado.

Su especialidad eran los billetes de 50 euros de una gran calidad, pero también imitaba los de 100 dólares y documentos de identidad de varios países europeos. En el interior del chalé se encontró un laboratorio para la impresión de los billetes compuesto por más de 15 impresoras, plastificadoras, planchas metálicas, negativos, tintas, prensas, máquinas de termo-impresión y el horno especial construido de madera con un motor pequeño en la parte superior, como si fuera un microondas. Dentro del laboratorio se incautaron cerca de 15.000 euros y 90.000 dólares falsos.

El "artista", como lo ha llamado Alfredo Cabeza, comisario de la Brigada del Banco de Investigación del Banco de España, vivía en la localidad malagueña de Mijas, pero en octubre se mudó a Toledo: "El hombre era muy cauteloso, creemos que estaba levantando sospechas y tenía quemado su domicilio, por ello se cambió de ciudad", explica Cabeza. Este hombre que no vivía con grandes lujos, podría estar enfrentando una pena de 14 años.

Estos billetes de alta perfección se han encontrado en casi todos los países de Europa, según ha informado Farida Belghazi, oficial de enlace de Europol, sobre todo en España, Portugal, Francia, Rumanía y Alemania. Se calcula que el falsificador llegó a colocar 300.000 euros en España de los cuales el hombre solo se quedaba con el 10 % de su producción.

El número de billetes que aparecen en el continente europeo cada año es aproximadamente de 600.000 de todo tipo de valores, ha afirmado el comisario Cabeza.

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