El texto de ETA y el test del presidente
Más del 90% de la banda es favorable al abandono del terrorismo
Ayer el diario Gara, próximo a la izquierda abertzale, dio a conocer un texto interno de ETA en el que lo más interesante es la reafirmación de su conocida decisión de abandono irreversible del terrorismo y ofrece detalles de la abrumadora votación interna en la banda favorable a ese abandono, culminada el diciembre. Lo demás es retórica de ETA sin ningún interés informativo. No era un texto para ser publicado, según recuerda Gara.Se trata de un texto de reflexión interno que fue incautado por la Guardia Civil en la operación conta los abotados de ETA.
Ese texto fue a parar a un medio de difusión nacional que, en su publicación, ofreció una versión tremendista del mismo. Curiosamente, Gara, afín a la izquierda abertzale, publicó el texto ayer para aclarar que no sólo no hay riesgo de regreso del terrorismo sino que ETA se ha reafirmado abrumadoramente a favor de su final. Solo el 4,2% de la banda defiende el regreso al terrorismo. Es decir, es Gara quien hace pedagogía frente al tremendismo de algunos medios de comunicación nacionales que abordan la situación vasca como si ETA siguiera en activo. ¡Lo que nos faltaba por ver!
Esta historia es otro botón de muestra de la preocupante desinformación existente, en algunos casos interesada, sobre el final de ETA. Y que hace apremiante un discurso pedagógico de este asunto, el del final de ETA, por parte de las instituciones, empezando por el Gobierno de Rajoy. ETA ya ha perdido, la democracia ha ganado y actuemos en consecuencia. Este discurso lo tienen claro el PNV, el PSE y también el PP vasco. Cuando su líder, Arantza Quiroga, pide a Rajoy que reciba a Iñigo Urkullu y resalta que el País Vasco ha entrado en “un tiempo nuevo” tras el final del terrorismo está pidiendo otro discurso y una política adecuada. Y también un liderazgo que no ejerce el ministro del Interior.
Rajoy se encontraba cómodo con el final de ETA. Toda la presión política y mediática, incluso en Euskadi, estaba centrada en los presos de ETA para que asumieran la legalidad penitenciaria y en la banda para que se desarme y disuelva. Pero desde que el 28 de diciembre los presos de ETA asumieron la legalidad penitenciaria, la situación ha cambiado en el País Vasco. El lehendakari Urkullu, con el apoyo del PNV, PSE y probablemente el PP vasco, le reclaman que si los presos etarras cumplen individualmente con la legalidad penitenciaria —rechazo a la violencia, reconocimiento del daño causado y resarcimiento económico—, se cumpla la ley y resista la presión del ala dura del PP y su potente corifeo mediático— que le va a reclamar que obstaculice ese movimiento. Como ya trató de hacerlo cuando los jueces decidieron excarcelar a 60 presos etarras en aplicación de la sentencia de Estrasburgo de octubre.
En Euskadi ya no nos jugamos el regreso de ETA sino la convivencia entre los vascos y con España. ¿Qué va a hacer Rajoy: atender a Urkullu y los partidos vascos o al sector duro del PP? Es el test de Rajoy.
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