“Iremos con Sortu a pedir pasos a ETA”
El líder de los nacionalistas vascos reclama a Rajoy "valentía y voluntad política" para la paz
Andoni Ortuzar (Abanto, Bizkaia, 1962) asegura que “nunca impondrá la independencia a nadie” en Euskadi. Tras cumplir un año en su cargo, el presidente del PNV sí pide a Rajoy “valentía y voluntad política” ante la falta de avances en el proceso de paz.
Pregunta. ¿De la mano de Sortu, nunca más?
Respuesta. Volveremos a estar y con más gente también. La cuestión es ir de la mano para qué. Lo del sábado [11 de enero] era poner voz y gesto a una protesta que la inmensa mayoría de la sociedad quería formular contra la prohibición de la manifestación. Era poner una foto de incomprensión a lo que está haciendo Interior respecto al proceso de paz y mandar un mensaje de que si el PP y el Gobierno Rajoy seguían ninguneando a Euskadi, no nos iba a tener resignados, sino enfrente.
P. ¿Habrá más motivos para ir en el futuro junto a Sortu?
R. Esperemos que sean en positivo. Sería para reclamar a ETA nuevos pasos, para festejar un nuevo clima de convivencia y no para protestar. Habría que pensar qué ha tenido que suceder para que ocurra una cosa así.
P. Usted se decepcionó; otros dirigentes del PNV se molestaron, ¿y sus bases?
R. Nuestras bases están curadas de espanto con las bases de la izquierda abertzale. En Euskadi hace falta una convivencia en mayúsculas que supere todos los daños que ha hecho el terrorismo. Hemos soportado muchos años gritos e insultos. El otro día no hubo gritos ilegales. Lo que pasó es que incumplieron algo sagrado para un vasco: la palabra dada. La dirección de Sortu no supo dominar a sus bases. A una parte de sus bases le hace falta mucha pedagogía democrática.
Pedimos una política de paz, no una nueva política antiterrorista”
P. En Gipuzkoa, en cambio, hace dos años dijeron que les habían engañado, y ahora salvan los Presupuestos a Bildu.
R. Para dar una bofetada a Garitano no podemos dar una bofetada a los guipuzcoanos. Hemos querido que todas las instituciones tengan presupuestos y pretendemos que Gipuzkoa sea la beneficiada No lo hacemos por sacar a Garitano de un apuro.
P. ¿Tienen miedo escénico a ir junto a la izquierda abertzale?
R. No. ¿Por qué? ¿No podemos hacer nosotros lo que hacen los constitucionalistas? El problema es cuando esas unidades se transforman en frentes. El problema sería si lo hiciéramos en contra de la mayoría abertzale como pasó la pasada legislatura. Frentes nunca más en Euskadi.
P. De todas formas, Rajoy no se ha enfadado mucho con ustedes. ¿Es un mensaje?
R. Espero que sea un cambio de inflexión en el futuro. Hemos oído estos días que no iba a hablar de cambios en la política antiterrorista. Euskadi no necesita esa política, necesita una política de paz, de Estado, que ayude a resolver los problemas que deja el terrorismo y eso empieza porque en Madrid se cuente la verdad de lo que está ocurriendo...
P. ¿Cómo se hace eso?
R. Siendo lo más objetivo posible. No puede ser que el comunicado de los presos de ETA, que es un reconocimiento de que se han equivocado, de que asumen la vía individualizada, la legalidad, del daño causado, del paso que les hemos exigido durante 30 años, cuando lo dan parece que es lo contrario. Igual pasa con la foto de Durango de los presos más duros que dan un mensaje interno a quienes no lo ven claro en la izquierda abertzale y se intenta disfrazar de un desafío a la democracia. El ministro se autoengaña o quiere engañar a los demás, pero lo que está haciendo va en contra de lo que hace falta en Euskadi.
P. ¿La postura de Rajoy es por convicción o por presión?
R. De momento, no ha hecho nada. Le demandamos al Gobierno una política de paz, inteligente, que mire al futuro, consensuada con los partidos vascos...
P. En los últimos días ha habido mucha guerra entre partidos...
R. Pero más motivada por la necesidad de tener presencia que por discrepancias de fondo. Con el PSE tenemos un grado de entendimiento, lo tuvimos con el Gobierno Zapatero y nos gustaría reeditarlo con el de Rajoy. No hablamos de otra legislación penitenciaria. No pedimos cambio de leyes si no que las apliquen, que apliquen la legislación ordinaria. Si los presos han asumido que son presos comunes, por qué no aceptamos que eso sea así.
P. ¿Se imagina a un preso de ETA pidiendo perdón para su reinserción?
R. Espero que no sea para su reinserción sino que salga de su sentimiento, de dentro, de que lo que hizo estuvo mal. Lo he visto en los de la vía Nanclares, a quienes, por cierto, se ha abandonado y sufren un calvario diario.
P. ¿Qué tiene que pasar para que Rajoy cambie?
R. Yo le pido que tenga valentía y voluntad política. Y nosotros estamos dispuestos a poner mucho sobre la mesa si hay valentía y voluntad política.
P. ¿Qué pasos cree que está dispuesto a dar ETA?
R. No sé los que está dispuesto a dar, pero sé los que tiene que dar. Tiene que dar un paso rápido con el desarme. Otro, nítido, aceptando que la ETA que está en la clandestinidad acepte lo que dice su colectivo de presos. Y sobre todo tiene que liberar a la izquierda abertzale para que pueda hacer política sin estar mirando de reojo cuando llega el comunicado.
P. ¿Qué espera de la próxima reunión de Rajoy y Urkullu?
R. Un desbloqueo de la situación. El lehendakari le ha puesto propuestas concretas de cosas que se pueden hacer sin mover el orden legal, sin retorcer el Estado de derecho, como garante del nuevo proceso. Nos gustaría que se las tomara en serio, que las valorara y pusiera en común.
P. ¿Hasta cuándo van a esperar a que lleguen esas medidas?
R. La política de paz se hace de pequeños gestos, pero que pueden ser muy importantes. No hace falta nada para decisiones que ya están maduras y sencillas de tomar, sino voluntad política. Tiene que ser gradual. Los presos han asumido que cada uno es un caso y todos lo hemos asumido. Habrá que ir viendo la evolución de cada caso, pero el Gobierno y el Estado no pueden hacer lo mismo que hacía ETA. Antes le decíamos a ETA que lo hicieran de uno en uno y ahora que lo hacen, el Estado va y se refugia en que hasta que no se disuelvan, nada...
P. ¿Y si no llegan las medidas?
R. Pues tendremos que hacerlo los vascos por nuestra cuenta. Y luego, claro, vendrá la preocupación y el desasosiego por esa foto de la unidad.
P. ¿Hasta dónde quiere ir el PNV con su nuevo estatus?
R. Hasta donde quiera la mayoría de la ciudadanía, pero haciéndolo de manera intachable en fondo y forma y abriéndolo a todos los grupos y opciones. Eso sí, desde una disposición de los demás a hablar y no replegarse cuando se vea que se va más allá incluso vetando el debate. Hay un margen para llegar a un estatus nuevo en el que se superan las barreras del actual y en el que estemos a gusto la gran mayoría.
P. ¿El final del camino es la independencia o ahora es una palabra tabú para usted?
R. Soy independentista toda mi vida, pero jamás impondré la independencia a nadie.
P. Se niegan a que España juegue la Eurocopa 2020 en Bilbao, piden la república. ¿Cuál es su modelo territorial y político?
Soy independentista, pero no impondré la independencia a nadie en Euskadi”
R. Lo de la Eurocopa es anecdótico pero también hay un cuestionamiento del modelo de Estado. ¿Por qué el Reino Unido tiene selecciones nacionales deportivas? ¿Por qué las Islas Feroe pueden jugar y nosotros, no? ¿Por qué España es tan cerrada? ¿Por qué tiene que ser tan centralista y unitaria? ¿Por qué no se puede hablar de esto?
P. ¿Teme que se va hacia un fomento de mayor centralismo?
R. Claro, vemos con preocupación que con la disculpa de la crisis se le echa la culpa de todo al Estado de las Autonomías. En Euskadi, el autogobierno ha supuesto luchar mejor contra la crisis que en el Estado español. No por una situación privilegiada, sino porque hemos sabido gestionar mejor los recursos públicos. Y eso es lo que tiene que ver el poder español, cuál es la articulación que mejor le viene a España.
P. ¿Y la monarquía?
R. En una configuración de Estado vasco no contemplo una monarquía. La forma más moderna es una república. Para el Estado español, lo que decidan los españoles. Pero pediríamos a una monarquía y a una república que supiera distinguir entre realidad estatal y las realidades nacionales.
P. ¿Comparte el órdago de Artur Mas? ¿Le envidia?
R. No. Cada uno hace su camino. Hemos sido muy claros. Euskadi tiene el problema de la paz y la convivencia. Es muy importante que esté solucionado antes de abordar el autogobierno porque sí influye.
P. ¿Espera a los resultados de Cataluña y Escocia para adecuar la hoja de ruta del estatus?
R. No. Lo nuestro responde a la lógica y al interés del calendario vasco. Para nosotros va a ser muy importante la Euskadi que salga de las elecciones locales y forales de 2015, que serían las segundas en un clima de normalidad política y, a partir de ahí y entre las vascas de 2016, será el momento de hacer el esfuerzo para el acuerdo.
P. Cierre de Fagor, asfixia financiera de Eroski. ¿Está en cuestión el modelo vasco?
R. No. Ocurre que la crisis ha dejado a la vista que nadie es inmune. Los modelos se hacen con una buena gestión, sabiendo adelantarse a los problemas. Hay que hacer autocrítica. Se pensaba que una cooperativa te hacía inmune al capital pero todos estamos ante los mismos riesgos.
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