Rajoy bromea con Díez sobre su crítica y Wert y Rubalcaba intercambian risas

Muchas ausencias en este 35º aniversario de la Constitución. Atrás quedan esos años en los que resultaba imposible moverse con una mínima facilitad por los abarrotados salones del Congreso de los Diputados, incluso el año pasado en el Senado – por obras en la Cámara Baja – se transitó con bastante dificultad. No hay estadística de los presentes , pero se han quedado muy por debajo de las 1.100 invitaciones cursadas por los presidentes del Congreso y del Senado, Jesús Posada y Pío García Escudero. Solo cinco de los 17 presidentes autonómicos acudieron al 35º aniversario de la Constitución.

Pero no solo los grandes claros que se observaban en los pasillos y en los salones del Palacio del Congreso se justifican por la ausencia de presidentes autonómicos. También por la ausencia de sociedad civil, apenas representada. Colectivos, organizaciones sociales, el mundo de la cultura, estuvo ausente en esta celebración. Sí acudió la cúpula militar, en una discreta representación, y un grupo de profesionales del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid. Esta comunidad sí tuvo presencia a través de la alcaldesa de la ciudad, Ana Botella, y la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, recién incorporada a sus tareas después de tres meses convaleciente por el accidente de moto que sufrió. Las miradas de fijaron en el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy y la alcaldesa madrileña, Ana Botella, que charlaron con gesto serio durante unos minutos. No fue así con Rosa Díez, líder de UPyD, que bromeó con el presidente: “Me dais hasta en el carné”, dijo el presidente del Gobierno a Díez y a los diputados de su grupo Irene Lozano y Toni Cantó.

No estuvo el presidente madrileño, Ignacio González, que el día anterior celebró su propio acto. Esto mismo han hecho otros presidentes autonómicos y como resultado al Congreso solo acudieron cinco jefes de gobiernos autonómicos. Paulino Rivero, de Canarias (Coalición Canaria); Alberto Fabra, de Valencia (PP); Ramón Luis Valcárcel, de Murcia (PP); Luisa Fernanda Rudi, de Aragón (PP) y Dolores de Cospedal de Castilla-La Mancha (PP). Los dos presidentes socialistas, Susana Díaz de Andalucía y Javier Fernández de Asturias, celebraron en sus comunidades el aniversario de la Constitución y lo mismo hicieron los otros nueve presidentes del PP que no se desplazaron a Madrid.

La ausencia de todos los nacionalistas y de los tres partidos que forman Izquierda Plural se apreció con intensidad ya que la pluralidad política se quedó en el PP, PSOE, UPyD. La líder de este último partido, Rosa Díez, además de con Rajoy, junto a la diputada de su formación Irene Lozano y Tony Cantó, departieron con compañeros diputados del PP y del PSOE. Y ahí se acababan las opciones. aunque había pocas opciones que elegir. El ministro de Educación, José Ignacio Wert, y la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, mantuvieron una animada conversación con Alfredo Pérez Rubalcaba, líder del PSOE. La tensión que mantiene el PSOE con el ministro de Educación – al que han pedido ya dos veces su reprobación – no se reflejó en esta conversación a juzgar por las risas en las que en muchos momentos de su conversación ambos prorrumpieron.

Los corrillos aunque menos nutridos que en años anteriores sí estuvieron animados. También con el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que en este aniversario fue muy solicitado para hablar de las concertinas o cuchillas instaladas en las vallas de Melilla- también las hay en Ceuta – para impedir o disuadir el salto de los inmigrantes del lado marroquí al español. Da por seguro Fernández Díaz que tiene el apoyo de la mayoría de los españoles para utilizar estos instrumentos de “disuasión”.

No ha cambiado del ritual de cada 6 de diciembre que los más solicitados sean el presidente del Gobierno y el jefe de la oposición. Ambos se prestaron a hacer comentarios pero sin micrófonos ni cámaras, también como es la tradición. El corrillo se repitió con el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro. Poco antes de las dos, los presidentes del Congreso y del Senado estimaron que podían retirarse toda vez que ya quedaban muy pocos invitados. Según la tradición el presidente del Congreso invita a un almuerzo cada 6 de diciembre a todos los antecesores en democracia. El camino hacia el almuerzo en un salón del Congreso sirvió para evocar las figuras de dos fallecidos: Félix Pons y Gregorio Peces-Barba. No estuvo presente Federico Trillo, actual embajador en el Reino Unido, por razones profesionales , pero sí acudieron Manuel Marín, José Bono, Luisa Fernanda Rudi, Fernando Álvarez de Miranda y Landelino Lavilla. El almuerzo consistió en alcachofas, perdiz estofada y tarta de oblea.