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El pacto Gallardón-Carmona

Miguel Carmona

Alberto Ruiz-Gallardón

El pasado 11 de noviembre, en el diálogo con la periodista Pepa Bueno, en el programa Hoy por hoy de la Cadena Ser, informé que el magistrado Miguel Carmona no había conseguido su nombramiento como juez en La Haya, en el Tribunal Internacional de la ex Yugoslavia. El puesto lo había obtenido otro país. Añadí que de todos modos, Carmona no quería asumir su puesto de titular en el juzgado central de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional y que estaba buscando otro destino.

http://www.cadenaser.com/espana/audios/papeles-ernesto-ekaizer/csrcsrpor/20131111csrcsrnac_19/Aes/

En aquellos días, Carmona ya tenía claro cuál sería el "broche de oro" de su carrera: magistrado de enlace entre España y el Reino Unido en Londres. Una especie de embajador judicial en la City.

No lo dije en ese momento, 11 de noviembre, porque Carmona, ante algunos amigos, negaba que se fuera a ir a Londres "con Federico Trillo", el embajador de España, cuando sus colegas del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) saliente se lo insinuaban, irónicamente, en comidas y cenas.  

Pero sus negociaciones con el Gobierno, en particular el Ministerio de Justicia, una vez que La Haya no admitió la candidatura de un magistrado español, habían fructificado.

Alberto Ruiz-Gallardón no quería correr el más mínimo riesgo con un magistrado de pasado progresista en el juzgado del caso Gürtel y los papeles de Bárcenas, dos entre una treintena de grandes asuntos. Porque el juez titular es el dueño del juzgado, el que tiene la potestad de decidir sobre la instrucción de las causas. Incluso, claro, cuando hay un juez de apoyo, como es el caso de Pablo Ruz. 

Virgencita, virgencita, que me quede como estoy. Tolerancia cero, pues, con cualquier viraje de la situación. ¿La austeridad? No sería obstáculo para cubrir un puesto, muy caro en términos presupuestarios, que nunca antes, desde su creación, había sido ocupado.

Miguel Carmona tenía un plan. Y consiguió ejecutarlo a rajatabla. Sus antecedentes le permitieron ganar el concurso para hacerse con la plaza del juzgado central de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional convocado el 17 de abril de 2012, tras la condena de Baltasar Garzón por prevaricación en el caso de las escuchas de las conversaciones entre acusados de Gürtel y sus letrados, varios de ellos imputados, en la prisión de Soto del Real, en febrero y marzo de 2009.

Si se incorporaba al juzgado 5, eso sería en septiembre de 2013, cuando vencía el mandato del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Tendría algo más de año y medio hasta su jubilación

El plan de Carmona comenzó a cobrar forma en julio de 2013. Y tuvo que ver con una iniciativa del magistrado Ángel Juanes, presidente de la Audiencia Nacional, quien propuso que el CGPJ tomara la decisión de renovar la comisión de apoyo del juez Pablo Ruz en el juzgado central de instrucción númerio 5.

No era estrictamente necesario porque los seis meses de esa comisión estaban vigentes. Es decir, no habían vencido. Pero Juanes insistió en que era bueno dar todas las garantías en momentos en que se estaba gestando la renovación del Poder Judicial y el nuevo titular del juzgado 5, Miguel Carmona, desembarcaría durante el otoño, ya que el mandato de los consejeros expiraba oficialmente el 24 de septiembre.

Fue en eso que llegó Carmona, es decir, dijo esta boca es mía. En Sevilla, ciudad donde había ejercido largos años como magistrado, Carmona, luego de entrevistarse con autoridades judiciales, declaró que al asumir la titularidad del juzgado número 5 "no tendrá reparos" en asumir el caso Bárcenas sino todo lo contrario: "Yo soy el titular y no tengo ningún reparo en asumir el caso Bárcenas". Añadió que debe prevalecer lo que estipula la ley que es el derecho al juez natural. "El juez debe ser el que predetermine la ley", dijo. 

Carmona aclaró que no tenía nada contra Ruz. "Claro que vendría bien que continuara allí", dijo y subrayó que el juzgado "está pidiendo a gritos un refuerzo".

Pero, pero, sí, puso un pero.

Carmona recordó que todavía quedaba tiempo para que expirase su mandato en septiembre y para su incorporación a la Audiencia Nacional, por lo que no veía bien la idea de la Audiencia Nacional de renovar una comisión de servicios, la de Ruz, que no había vencido.

"No hay que hacer las cosas con ligereza. Sería imperdonable que por precipitarse, la causa pudiera acabar en nulidad", subayó. Para los abogados de los acusados esto fue un regalo de cara a posibles recursos de nulidad.

Cuando se le preguntó por los recelos que pueda despertar que asuma el juzgado central de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, explicó que los jueces "ya están acostumbrados a las críticas a las actuación judicial y las grandes alabanzas cuando les gusta lo que hacemos". 

Una semana más tarde, la comisión permanente del CGPJ votaba, por mayoría, la renovación no vencida del mandato del juez Ruz, quien, según el acuerdo adoptado, ejercería seis meses su comisión de apoyo a partir de la incorporación del nuevo titular del juzgado, que se suponía sería durante el otoño, cuando Carmona quedara libre como miembro del CGPJ.

Pero, a la dureza aparente de las declaraciones de Carmona siguió su petición al CGPJ de que se le nombrara, habida cuenta su experiencia en relaciones internacionales, para cubrir una vacante en La Haya. Finalmente, el CGPJ decidió convocar a un concurso del cual emergieron dos candidaturas: Carmona y José Ricardo de Prada, magistrado de la sala de lo Penal de la Audiencia Nacional y ex juez internacional español en la Sala de Crímenes de Guerra de la Corte de Bosnia-Herzegovina, entre otras muchas actuaciones en el exterior.

La plaza no la ganó un magistrado español.

Por tanto, Carmona asumiría, una vez renovado el CGPJ, el juzgado central de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional. Todo esto discurría mientras la Fiscalía Anticorrupción, representada por el fiscal Antonio Romeral, en la investigación de los papeles de Bárcenas o la contabilidad B del PP, insistía en la necesidad de convertir las diligencias previas en procedimiento abreviado antes de las próximas Navidades.

Dicho auto, también llamado auto de acomodación, es la última resolución, recurrible por los acusados, en la cual el juez da por finalizado el proceso de instrucción, una vez que se considera que ya existe todo el material instructorio. Las partes pueden solicitar en este último episodio procesal, antes de la apertura de juicio oral, el sobreseimiento de la causa. 

Se puede advertir, pues, el interés del Ministerio de Justicia y del ministro, Alberto Ruiz-Gallardón, en hacer realidad esa idea de la Fiscalía Anticorrución de conseguir el cierre de la pieza separada en la causa Gürtel que son los llamados papeles de Bárcenas. Sobre todo, en los meses en los cuales se incuba la primera precampaña electoral después de las elecciones en Andalucía y Asturias, del 25 de marzo de 2012. Es decir, la precampaña de las europeas que tendrán lugar entre el 22 y el 25 de mayo de 2014.

El fracaso de la opción de colocar a Carmona en La Haya coincidió con el enfriamiento de la urgencia de Ruiz-Gallardón por renovar el CGPJ.

¿Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia?

¿O necesidad de resolver antes el destino de Carmona, dispuesto a no asumir el juzgado en la Audiencia Nacional?

El hecho es que ¡Eureka!, destino, haberlo, haylo. El puesto de magistrado de enlace en Londres. Al tiempo, también se ha aprovechado la oportunidad para designar a un magistrado en el otro puesto sin ocupar desde su creación, el de Washington. 

Y, otra vez volvió la urgencia por renovar el CGPJ, que, en principio, a raíz de la operación del Rey, que debe tomar juramento a los nuevos consejeros y al futuro presidente, parecía quedar para el nuevo año.

El interlocutor de Ruiz-Gallardón en el PSOE, el también fiscal en excedencia y ex ministro Antonio Camacho, se sorprendió por la nueva urgencia. Fulminante. El presidente, Mariano Rajoy, quería que se hiciera con toda celeridad. Esa fue toda la explicación.

Ambos puestos fueron creados durante el mandato de Juan Fernando López Aguilar, en 2006, como ministro de Justicia, con los puestos de Colombia, París y Roma. Estos tres han sido cubiertos desde su creación. Pero Londres nunca fue considerado un destino esencial por el tipo de tráfico, más bien bajo, de actividad judicial entre España-Reino Unido.

Y Washington... Tampoco ha sido ocupado. En 2010, antes de la suspensión del juez Garzón, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, intentó apaciguar la tensión entre los magistrados del Tribunal Supremo y la actividad del entonces magistrado de la Audiencia Nacional mediante el nombramiento de Garzón como magistrado de enlace en Colombia. Pero Garzón no prestó su acuerdo.

La alternativa fue Washington. Garzón aceptaba si al tiempo se nombraban otros magistrados de enlace en América Latina con los cuales él mantendría una coordinación desde Washington. El Gobierno no admitió este plan.

Finalmente se acordó que Garzón podría ir como magistrado de enlace a Washington....pero, pero, al hacer las gestiones, el Gobierno se encontró con el veto del ministerio de Justicia de Estados Unidos.

El juez Garzón había abierto, el 27 de abril de 2009, diligencias de investigación a raíz de una querella presentada por cuatro presos islamistas ante la Audiencia Nacional sobre presuntas torturas cometidas por la Administración Bush en la cárcel de Guantánamo....donde ellos las sufrieron antes de recalar en España.

Lo cierto es que ambas plazas, sobre todo la de Londres, ahora ocupada, una con un magistrado de enlace y la otra con un consejero de justicia en la embajada española (el magistrado Jorge Carrera) son caras y que la justicia austera que pregona Ruiz-Gallardón no parece ser coherente con la decisión adoptada. 

Pero, lo dicho, tolerancia cero con cualquier viraje imprevisto en el juzgado central de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional.

Comentarios

Cómo son... Con esas triquiñuelas de la derecha llevamos desde los Reyes Católicos. Y aún no están satisfechos.
MUY INTERESANTE! Ekaizer a su mejor nivel, Proveyendo información crucial, a la q sin él no tendríamos acceso
En definitiva, que quitando la paja, ¿Cuánto trigo queda?
Decepcionante la actitud del juez Carmona. Que lejos quedan aquellos tiempos en los que este señor fundó la asociación de Jueces para la democracia.
A Ekaizer hay que adivinarle lo que quiiere decir, se recrea en exceso en el detalle burocrático y se va, se pierde. Dicho eso, lo de Carmona es cosa sabida en todo el mundo jurídico. Se ha querido evitar a toda costa que acabada su canongía a propuesta del PSOE en el CGPJ vuelva al JCI nº 5 para coger el caso Gürtel. Lo de La Haya fracasó por un error burocrático lamentable y se le buscó otra patada hacia arriba. Estaba lo de Londres y Carmona aceptó, es una bicoca impresionante. Asunto arreglado
Carmona, hay que estar a las duras y a las maduras. Tomamos nota y lo tendremos en cuenta, vendido.
Está claro en qué queda la separación de poderes y los sacrosantos principios del derecho y tente tieso. Muy bueno Sr. Ekaizer.
En el curriculum de Ekaizer dicen "escribió 7 libros". ¿Es que uno de los ocho libros que figuran más abajo , no lo escribió él. ?
Publicado por: Charrua | 23/11/2013 17:13:56Si te hubieses molestado en buscar, habrías sabido que el currículum fué hecho en 2012, y lógicamente sólo aparecen los libros escritos hasta ese año. El caso bárcenas lo escribió este año, por ello no consta. No sé qué relevancia pudiese tener la cantidad de obras editadas, pero tu insinuación me parece al menos miope (o es una crítica solapada).
Hola. En el relato "Ante la ley" podemos vernos reflejados como ante un espejo. Kafka supo ver que depende del gorila que esté en la puerta, se imparte justicia o no. Pobre opinión de los jueces, pero a la vista de lo actuado, elevo a definitivas.
Lo que yo veo son unos jueces presos de su condición de jueces, de su condición de funcionarios, de la competencia con otros jueces siempre con prebendas en disputa, sometidos al poder político y rehuyendo el honor que merecen y desmerecen de guardianes de la democracia. Un juez en lo suyo, humano, sería demasiado para nosotros, los curritos, la ciudadanía.

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