Ninguno de los 84 yihadistas condenados o muertos en España eran lobos solitarios

Ninguno de los 84 terroristas yihadistas condenados en España desde 1996 hasta 2012, incluyendo los siete suicidas del 11-M que murieron en Leganés, se autorradicalizaron o formaron en solitario, según concluye un estudio del Real Instituto Elcano, que dirige Charles Powell, y que se ha presentado hoy en la Casa Árabe en Madrid en el marco del I Foro Elcano sobre terrorismo global. Todos los yihadistas sentenciados formaban parte de células salafistas o pertenecían a organizaciones terroristas vinculadas a Al Qaeda y fueron captados por activistas carismáticos o en el entorno de amigos, familiares o compañeros de trabajo que les sedujeron y empujaron hacia la radicalización. El 70% de las captaciones y reclutamiento fue de arriba a abajo (modalidad top down) y un 20% de tú a tú o modalidad horizontal, que a partir del 2004 está creciendo.

La mayoría inició su radicalización en torno a algún conflicto histórico

El estudio, presentado por Fernando Reinares, investigador principal de terrorismo internacional del Real Instituto Elcano, y Carola García-Calvo, analiza el cuándo, dónde y cómo de la radicalización yihadista en España y concluye que el 51% inició su radicalización entre 16 y 25 años de edad. El 85% tenía menos de 30 y hay una tendencia a la baja en el inicio del proceso. Según la primera parte de este informe, presentada el pasado mes de junio, el 83% de los yihadistas condenados en España son extranjeros, varones entre 25 y 39 años. La mayoría argelinos, marroquíes, y paquistaníes. Solo el 4,8% ha nacido aquí.

"Los agentes de radicalización saben bien cuál es el segmento más vulnerable sobre el que dirigir sus esfuerzos", explicó Reinares, quién destaco que ocho de cada diez yihadistas desarrollaron su radicalización alrededor de algún conflicto histórico de especial relevancia para el mundo islámico. Las principales referencias para estos yihadistas fueron los conflictos de Bosnia y Chechenia, en los noventa y los atentados del 11-S, Afganistán e Irak para los radicalizados a partir de 2001. Ahora, la referencia es Siria. Una docena de jóvenes ceutíes se han unido a la yihad en Siria para combatir al régimen y, al menos tres, han muerto en atentados suicidas.

La pregunta de dónde se radicalizaron obtiene para el trabajo de los investigadores la siguientes respuestas: Cinco de cada diez lo hicieron por completo en España y dos parcialmente. El 30% lo hicieron en sus países de origen. Un 46,4% se radicalizó en el salafismo yihadista en Madrid; el 17,8 %, en Cataluña; y el 13,4%, en la Comunidad de Valenciana. "Siempre en áreas metropolitanas, no en zonas rurales", apuntó Reinares. Se observa un creciente importancia del fenómeno en Ceuta y Cataluña, en esta última se ha triplicado. En la mayoría de los casos coincide el lugar de residencia y el de radicalización.

Casi el 50% se inició en el salafismo yihadista en Madrid

Carola García-Calvo describió los escenarios donde se produce el proceso de radicalización y destacó que en un 73% de los casos tiene lugar en domicilios privados, frente a un 46,1% en mezquitas y lugares de culto. Otros ámbitos de radicalización son los locales comerciales (locutorios, peluquerías, tiendas de ropa), espacios al aire libre y lugares de trabajo. Se aprecia, también, un incremento considerable de radicalización en los centros penitenciarios. Un 28% entre 2004 y 2012. "Siempre mediante rituales de cohesión o afirmación al grupo", señaló la investigadora.

El proceso de captación y radicalización dura entre 4 y 5 años e incluye, además de las reuniones la lectura de libros, revistas y la visión de vídeos yihadistas donde se muestra a la comunidad islámica "humillada y victimizada", según las conclusiones del trabajo. La primera entrega de esta informe del Real Instituto Elcano señalaba que el 25% de los yihadistas en España convirtieron su actividad en una profesión.