El guion de Rubalcaba frente a la Operación Triunfo de los candidatos

Alfredo Pérez Rubalcaba sabe que se enfrenta este fin de semana a un reto casi imposible. Un envite que no es precisamente concretar el nuevo proyecto político del PSOE en la Conferencia Política planeada para revisar sus ideas, hacer autocrítica del pasado reciente e intentar conectar algo con los millones de españoles desanimados con los políticos en general y con los socialistas en particular. Lo sabe y cuenta con ello. También cree estar preparado para lo que en el PSOE han querido denominar, despectivamente, como la Operación Triunfo o el Pasarela Cibeles de los candidatos. O de los aspirantes a candidatos. Rubalcaba quiere hablar de su libro y lo intenta pero sabe que cala poco. “Lo primero que tiene que hacer el PSOE es pensar qué quiere decir a los españoles”, dijo en Los desayunos de RTVE. Pero en todas sus comparecencias le cuestionan por las primarias del PSOE para elegir candidato a las generales. “Los ciudadanos no me preguntan por las primarias, sino por cómo vamos a solucionar lo suyo”, soltó ya un poco harto en El Huffington Post.

El pasado fin de semana Alfredo Pérez Rubalcaba se encerró en su domicilio madrileño preparando su discurso de cierre de la Conferencia Política del PSOE de este domingo. Escuchó a muchos asesores, recibió aportaciones. Quería ser minucioso. Y ultimar una buena pieza, de las que luego acrecientan su fama de buen orador. Pero, claro, luego están las intrigas internas y externas, los intereses particulares, las distintas alianzas, los pagos pendientes; la realidad de los partidos en España y más en vísperas de congresos, cónclaves o conferencias.

Pérez Rubalcaba ya quiso avisar ayer en TVE de que el punto central de la Conferencia Política debería ser la alternativa del PSOE a la crisis económica del país: “La clave de nuestro proyecto es la reforma fiscal: hablamos de mucho dinero”. El PSOE, junto a un plan completo, con nuevos impuestos y una optimista previsión de lucha contra el fraude, abre la puerta a una bajada de impuestos a las clases más desfavorecidas y a los parados. Será un debate polémico.

Pero el PSOE, ahora mismo, parece no disponer de crédito alguno para ofrecer nada. Es consciente Rubalcaba y también los demás supuestos aspirantes a las esperadas primarias. Los dos últimos años del Ejecutivo presidido por José Luis Rodríguez Zapatero y su tardanza para diagnosticar la crisis le siguen pasando factura. Lo asumen ahora Rubalcaba y los demás dirigentes. Creen que sus votantes, los que les abandonan mes a mes en las encuestas, tampoco aceptaron de buen grado aquella reforma exprés de la Constitución en 15 días de verano para reafirmar la estabilidad presupuestaria.

Y sus asesores les han recomendado que hagan autocrítica para generar credibilidad. La hizo ayer Rubalcaba: “Tenemos que reflexionar seriamente sobre nuestro proyecto político; la credibilidad solo se recupera haciendo autocrítica”. Y la hizo el día anterior, también en una entrevista en la Cadena SER otro presunto aspirante, Eduardo Madina, y la repitió ayer en esa misma emisora Carme Chacón: “Tenemos un problema de credibilidad”.

Pero todos los periodistas quieren saber qué planes tiene Rubalcaba para sí mismo y para su futuro y si se siente con ganas. Ayer enfatizó que se siente “fuerte” y que no le preocupa que los demás enseñen su perfil: “No puedo decir ‘de personas hablamos luego’ y ponerme a hablar de mí. Ahora tenemos un proyecto que discutir y después decidiremos quién es el candidato, pero es normal que haya gente que quiere ocupar la secretaría general”.

Chacón, para dejar todas sus posibilidades abiertas para cuando vuelva dentro de un año de Estados Unidos, ayer no quiso aclarar nada: “Si mis compañeros me vuelven a pedir liderar un proyecto de renovación y de cambio volveré a liderarlo” pero no precisó “con qué dorsal”.