Los 128 hombres y una mujer arrojados en 1936 a cuatro fosas en las inmediaciones de Aranda de Duero (Burgos) han sido enterrados en el cementerio de la localidad.
María Caridad Delgado transporta uno de los cofres de los 129 fusilados.ELOY ALONSO (REUTERS)Los familiares de los fusilados han hecho una cadena humana para para pasarse los cofres de mano en mano y depositarlos en una tumba común.Pablo Blázquez Domínguez (Getty Images)Los cofres han sido depositados uno a uno (en la imagen) en una tumba común donde ya habían sido enterrados anteriormente los restos de otros 300 fusilados de la Guerra Civil.MABEL GARCÍADurante la ceremonia se han sucedido momentos de gran emoción.ELOY ALONSO (REUTERS)Familiares de los fusilados, cuyos restos han sido hallados en cuatro fosas en un radio de 25 kilómetros en Aranda de Duero.CÉSAR MANSO (AFP)Los familiares de los fusilados forman una cadena para trasladar los cofres hasta el lugar del enterramiento.Pablo Blázquez Domínguez (Getty Images)Un hombre coloca una bandera de la CNT en los cofres apilados en el cementerio de Aranda de Duero.ELOY ALONSO (REUTERS)Las victimas tenían entre 16 y 70 años cuando fueron 'secuestradas' y fusiladas. Era gente que trabajaba en el campo, en la vendimia, en el ferrocarril o en pequeños comercios.CESAR MANSO (AFP)Los nombres de los 129 enterrados han sido grabados en una placa, junto los nombres de otras 300 personas cuyos cuerpos han sido recuperados anteriormente de otras fosas en la zona. César Manso (AFP)Emilio Silva, fundador de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, ha recordado en Aranda de Duero que 37 años después de la muerte de Franco, las familias de 113.000 desaparecidos no tienen todavía un lugar donde llevar las flores a sus muertos.CESAR MANSO (AFP)
