El PSOE pide que dimita el comisario del Congreso por el desnudo a una invitada

Una solicitud de dimisión se ha pedido este martes en la Junta de Portavoces del Congreso, que carecía hasta ahora de precedentes. El Grupo Parlamentario Socialista, a través de su portavoz, Soraya Rodríguez, ha solicitado la destitución del comisario Ángel Álvarez Álvarez, jefe de la Comisaría Especial del Congreso de los Diputados, al no dar crédito al contenido del informe presentado sobre unos hechos ocurridos el pasado 16 de octubre. Una invitada del grupo socialista para presenciar el pleno del Congreso fue sometida a un "cacheo integral" que consistió en quedarse en ropa interior. El informe solicitado a los servicios de seguridad por el presidente del Congreso, Jesús Posada, ante la queja del Grupo Socialista, concluye que eso no ocurrió. La afectada, Mar Esquembre, profesora de Derecho Constitucional de la Universidad de Alicante, se reafirma en todos los extremos.

El debate se ha suscitado en la junta de portavoces y el PSOE no se ha quedado solo. Todos los portavoces han mostrado, con mayor o menor énfasis -a la cabeza de la queja PSOE e Izquierda Plural- su escepticismo ante el informe policial que lo niega todo. Los socialistas no solo están disconformes, sino que han decidido hacer una petición de gran calado: pedir la dimisión del comisario. Lo ha hecho la portavoz socialista, Soraya Rodríguez, que da credibilidad al relato de la profesora. “Si se trataba de seguir el protocolo establecido, como dice el informe, ¿por qué se hizo pasar a la profesora a un cuarto anejo?", pregunta. A lo que agrega: “Delante de ella pasaron dos invitados, dos varones, con traje y corbata, a quienes no les pidieron que pasaran al cuarto de al lado".

Esta petición de dimisión del PSOE, junto a la incomodidad del resto de los grupos, ha puesto al presidente del Congreso en una situación complicada porque pone en duda un informe de la autoridad policial del Congreso. Dentro de la reunión, el titular de la Cámara Baja ha dado “credibilidad” a dicho informe, aunque se ha comprometido a poner en marcha de inmediato la elaboración de un protocolo sobre cómo deben ser los controles a las personas que hayan sido invitadas a acceder a la tribuna de público.

Pero esta solución, aceptada por todos, no es suficiente para la mayoría de los grupos que han pedido al presidente que “no dé carpetazo” a este asunto concreto. No ha habido una respuesta clara del presidente, sino el apunte de que lo va a meditar. Los demás portavoces le han hecho ver al presidente que el informe contiene algunas “contradicciones” al aludir a lo habitual, que es “el chequeo visual”, pero a continuación se reconoce que se la hizo pasar “a un control anejo al control de acceso”. Se trataba de comprobar “que las prendas que vestía esta persona no poseían logos ni inscripciones reivindicativas”. La profesora narró a EL PAÍS que en ese cuarto se le pidió que se despojara de todas sus prendas superiores y, después, del pantalón.

Los grupos confían en que haya “otro informe” e incluso el portavoz del Grupo Popular, Alfonso Alonso, no se ha opuesto.