Sortu no homenajeará a los excarcelados
La izquierda abertzale teme que homenajes y pronunciamientos perjudiquen a otros presos
Afirman que no se va a repetir otra concentración de militantes de la antigua Batasuna como la que se produjo el lunes en Bilbao, tras conocerse la sentencia del Tribunal de Estrasburgo que anuló la interpretación retroactiva de la doctrina Parot. Sortu, el partido de la izquierda abertzale, ha anunciado que no va a organizar ningún homenaje a los presos de ETA que salgan de las cárceles por la sentencia del Tribunal de Estrasburgo y va a reducir a la mínima expresión las declaraciones de sus portavoces durante estos días.
Con ello no quiere arriesgarse a una acusación de enaltecimiento del terrorismo y a un cuestionamiento de su recobrada legalidad, tras haber rechazado en los estatutos de su nuevo partido, de forma expresa, el terrorismo de ETA. La detención de 18 miembros de Herrira, la asociación de ayuda a los presos de ETA, hace tres semanas, fue un claro aviso a la izquierda abertzale que el propio Ministerio del Interior ha reconocido. La izquierda abertzale teme también que homenajes y pronunciamientos, en estos momentos, con la sensibilidad existente tras la excarcelación de la etarra Inés del Río, perjudiquen a otros presos ante el complejo proceso legal que se abre con la extensión de la sentencia del Tribunal de Estrasburgo.
A Sortu le falta un reconocimiento claro de su complicidad en el daño injusto causado por ETA
Esta es la parte oculta de la argumentación de la decisión de Sortu. Pero hay otra que sí ha aflorado en boca de su presidente, Asier Harraiz, al señalar que su partido “no quiere herir la sensibilidad de las víctimas” y para ello evita el espectáculo de los homenajes públicos.
En estos momentos de crispación, lógica en las víctimas e interesada en ámbitos de la derecha política y mediática radical, hay que valorar la actitud de Sortu. Renunciar al homenaje público a los presos etarras por Sortu es una forma de admitir que no ha ganado y echa por tierra el argumento de que la democracia ha perdido y ETA ha salido victoriosa. Dicho de otro modo, se carga la falacia de FAES de que la sentencia de Estrasburgo es fruto de la negociación con el Gobierno socialista, en su día, y ahora de la inercia.
Renunciar al homenaje público a los presos etarras por Sortu es una forma de admitir que no ha ganado
No obstante, a Sortu le queda un paso decisivo por dar con las víctimas. Tras el cese definitivo de ETA, hace dos años, la izquierda abertzale reconoció su insensibilidad hacia las víctimas del terrorismo etarra. Pero lo juntó con el rechazo a la violencia de los GAL y otras. Le falta un reconocimiento claro de su complicidad en el daño injusto causado por ETA y que se visualice en la práctica.
Este debate está abierto en su seno y todos los partidos vascos le presionan para que se decida. Probablemente no haya mejor momento que ahora. Contribuiría a la distensión.
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