Bruselas rechaza una tasa en la Verja y España pone a Londres como ejemplo

Poco antes de la conversación telefónica de este lunes entre Mariano Rajoy y José Manuel Durão Barroso, la Comisión Europea hizo público su rechazo al establecimiento de una tasa por entrar y salir de Gibraltar.

La creación de esta tasa de 50 euros fue apuntada por el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, y es estudiada por su departamento y por la abogacía del Estado. Tendría un carácter finalista, porque iría destinada a ayudar a los pescadores españoles que tienen dificultades en este momento para trabajar en la zona.

“Cualquier impuesto o peaje cobrado en la frontera basado en el cruce sería ilegal”, aseguró un portavoz comunitario en Bruselas. Sin embargo, La Moncloa asegura que en la conversación de ayer entre ambos líderes el asunto no fue planteado en ningún momento. De hecho, Bruselas explica que su rechazo es solo teórico, porque no hay ningún planteamiento formal por parte de España para establecer esa tasa.

El Gobierno español asegura que esa tasa, sobre la que aún no ha tomado una decisión, a la espera de los informes técnicos y jurídicos, no se pagaría por entrar y salir del Peñón, sino que tendría un carácter similar a un peaje y se establecería en las vías de acceso próximas, en la Línea de la Concepción. Es lo que el Gobierno denomina como “tasa de congestión”.

Se basaría en un sistema de imposición de “peajes a los usuarios de una red particular de transportes en los periodos o áreas de demanda máxima para reducir la congestión del tráfico”.

Para sostener que esa tasa se adapta a la legislación comunitaria, el Gobierno español se remite a la que se estableció en su momento, precisamente, para los vehículos que entran en la ciudad de Londres desde 2003. Con posterioridad fue establecida en otras ciudades europeas, sin que haya sido rechazada por la Unión Europea. Es decir, esa tasa sería más parecida a un peaje en una carretera, siempre según la versión del Gobierno de Rajoy.

Añade el Ejecutivo que esa hipotética tasa de 50 euros no se aplicaría en ningún caso a los trabajadores que entran y salen con regularidad de la zona.

Po otra parte, la portavoz parlamentaria socialista, Soraya Rodríguez, pidió ayer que terminen las “bravuconadas” si de verdad se quiere acabar con el conflicto sobre Gibraltar.

Rodríguez aseguró que si cobrar un peaje en la Verja sería ilegal, también lo es lanzar al mar bloques de hormigón, como hace el Gobierno del Peñón.

La portavoz socialista explicó que su apelación al fin de las “bravuconadas” incluye al ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, que dijo a la BBC que “se helará el infierno” antes de que las autoridades de Gibraltar retiren los bloques de hormigón que lanzaron al mar y que son denunciados por los pescadores españoles.