Margallo transmite tranquilidad a los líderes chinos sobre la economía española
El ministro ha viajado al país asiático para que Pekín aumente sus inversiones en España
El ministro español de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha trasladado este martes al Gobierno chino un mensaje de tranquilidad sobre el estado de la economía española, según ha explicado tras reunirse con el vicepresidente chino, Li Yuanchao, en Pekín. “El mensaje ha sido muy claro: el diagnóstico de la situación de la economía, la terapia que estamos haciendo y los frutos que se están viendo”, ha asegurado en un encuentro con corresponsales en la sede del Instituto Cervantes en la capital.
Margallo ha dicho al dirigente chino que España está llevando a cabo “un cambio radical de modelo” y que las medidas adoptadas “permiten esperar que a final de este año, probablemente en el tercer o cuarto trimestre, se haya tocado fondo y a partir de ese momento la economía empiece a crecer y se cree empleo”. “Si el valor de una economía se mide por su valor para competir en el exterior, la nuestra ya es extraordinariamente competitiva, y, mientras muchos países se están estancando en exportaciones y perdiendo cuota de mercado, eso no está ocurriendo [en España]”.
El jefe de la diplomacia española, que se encuentra de visita oficial en China entre este martes y el viernes, ha comunicado también a Li el interés del Gobierno en que el país asiático aumente sus inversiones en España.
España busca reducir la tributación de las empresas españolas en China
Margallo tiene previsto reunirse mañana con su homólogo chino, Wang Yi, pero el viaje es, según asegura el embajador de España en China, Manuel Valencia Alonso, “de contenido eminentemente económico”. “La relación entre España y China cada vez es más económica y tiene que ser más económica”, afirma Valencia, quien añade que Margallo “pretende trasladar a las autoridades chinas la imagen de una España moderna”.
El jefe de la diplomacia española ha entregado a Li un documento “en el que se explica la posición de liderazgo de las empresas españoles en los sectores tecnológicamente más avanzados”, según ha dicho, y otro informe que recoge 11 asuntos pendientes que el Gobierno quiere que se resuelvan cuanto antes, con objeto de que algunos de ellos puedan ser firmados durante la visita que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, prevé efectuar a China a mediados de septiembre.
Entre estos asuntos, figuran la negociación de un nuevo convenio de doble imposición que contemple una menor tributación para las empresas –reducir el tipo impositivo en la repatriación de dividendos procedentes de inversiones españolas en China del 10% al 5%, como ha sido renegociado por otros países europeos-; un convenio de Seguridad Social entre China y España; la autorización de la exportación de jamón con pata (actualmente solo se puede enviar deshuesado), la aprobación de la exportación de productos de porcino tratados por calor y la de uvas de mesa. La autorización de la venta de jamón con hueso “representaría mucho en imagen”, según Valencia. Rajoy tiene previsto asistir al foro de Davos de verano, que se celebra en la ciudad costera china de Dalian del 11 al 13 de septiembre.
El ministro de Exteriores español busca con su viaje contribuir a la reducción del déficit comercial histórico que España tiene con China. Las exportaciones al país asiático fueron de 3.765,8 millones de euros en 2012, un 11,09% más que el año anterior, mientras que las importaciones ascendieron a 17.631,3 millones, un 5,42% menos. La tasa de cobertura (relación entre exportaciones e importaciones), sin embargo, ha mejorado en los últimos años. En 2012 fue del 21,3%, frente a “un mínimo del 10,5% en 2008”. Alrededor de 800 empresas españolas operan en China, según datos de la embajada.
Margallo ha querido dar también un impulso al turismo chino a España, que, según ha afirmado, “ha crecido, pero aún es insuficiente”, por lo que se está facilitando la concesión de visados y “se va a aumentar la presencia consular”. También “se va a modificar la legislación de Schengen” para agilizar aún más la concesión de visados, “con objeto de que se amplíe el número de personas que pueden recoger los datos (de los solicitantes)”. Según ha dicho, se trataría de “autorizar a las agencias de viajes para que puedan recoger datos que serían luego remitidos al consulado para su calificación, algo que no es posible ahora en el código de Schengen”.
En 2012, visitaron España 177.000 chinos, un 55,2% más que el año anterior. Un número adicional “importante”, sin cuantificar, llegó por carretera, según la Embajada. “Este año queremos llegar a 200.000 turistas chinos en España. El problema es la escasez de vuelos directos; cuatro semanales frente a 80 a Alemania o 56 a Francia”, explica Valencia.
Margallo ha repasado también durante su encuentro con Li la situación en “Oriente Medio, Siria, Irán y el Norte de África”, el panorama económico internacional y le ha explicado las negociaciones entre la Unión Europa (UE) y Estados Unidos para un futuro tratado de libre comercio y el papel que puede jugar España como puerta de entrada en Latinoamérica con ese acuerdo. “Sabemos lo que hay que hacer allí [en Latinoamérica] y lo que no hay que hacer y eso nos abre unas posibilidades de cooperación realmente importantes”, ha afirmado.
También ha pasado revista a la situación en la UE y sus perspectivas de futuro, “en un momento en que se está discutiendo una integración mayor”. Otro de los temas abordados ha sido la disputa comercial sobre las exportaciones de vino europeo a China, que, según Margallo, “está en vías de solución”, aunque no ha dado más detalles.
El ministro ha iniciado su periplo chino con una visita a Tianjin, ciudad 140 kilómetros al sureste de Pekín, donde ha asistido esta mañana a la inauguración del nuevo intercambiador de transporte (tren, metro y autobús), cuya estación de autobuses ha sido construida y es gestionada por la empresa española Alsa. Fuentes de esta compañía cifran la inversión en la construcción de la estación de autobuses en 200 millones de yuanes (25 millones de euros) sin incluir el coste del solar. El proyecto ha sido levantado en suelo que Alsa compró hace unos 15 años.
Según Valencia, el intercambiador de Alsa, que se estableció en China en 1984, “es simbólico de la permanencia de una empresa española” en el país asiático. “China no es fácil, pero cuando se persiste funciona”, afirma.
Antes de su encuentro con el ministro de Exteriores chino, Margallo se reunirá el miércoles con empresarios españoles. Tras finalizar su agenda en la capital, viajará a Shanghái –la capital financiera y económica de China-, donde el jueves visitará la escuela internacional de negocios CEIBS (China-Europe International Business School) y almorzará con inversores chinos.
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