Rubalcaba evita el duelo frontal con Rajoy hasta después de la cumbre europea
El líder del PSOE dedica su pregunta de control al presidente a la política de I+D+i Los socialistas mantienen que el pacto es solo para esta cumbre europea
El clima de acuerdo debe mantenerse, al menos, semana y media más. Esta es la intención del líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, y también del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tras el acuerdo trenzado entre ambos para que el jefe del Ejecutivo español acuda al Consejo Europeo de últimos de este mes con el apoyo del principal partido de la oposición, como mínimo. Pero antes de ese Consejo y antes del pleno del Congreso de los Diputados del día 25 de junio en el que se discuta y se vote la proposición no de ley que encierra el acuerdo, se tienen que ver de nuevo las caras ya que hay sesión de control. Y el PSOE tiene su cupo para preguntar al presidente. No le va a preguntar cómo va a defender los intereses de España en el Consejo Europeo, porque ya está pactado.
Podría interpelarle sobre el documento de los expertos sobre la reforma de las pensiones del que Rubalcaba discrepa absolutamente, o pedirle que derogue la reforma laboral, o sobre las políticas sociales… Habría gresca segura. Con seguridad, el presidente del Gobierno se defendería, entre otros argumentos, con la herencia recibida del gobierno al que pertenecía Rubalcaba. Todo eso puede esperar solo unos días. El líder del PSOE formulará al presidente esta pregunta: "¿Considera que la política del Gobierno en materia de Investigación, Desarrollo e Innovación, I+D+i, es la que necesita España?".
No es que la situación de la investigación sea un asunto baladí, que no lo es para oposición y singularmente para el PSOE, pero lo cierto es que Rubalcaba ha dejado en esta ocasión la política general, principalmente la económica, para no enturbiar este primer acuerdo con el presidente del Gobierno. También es verdad que el líder socialista ha estado vinculado durante toda su vida al mundo educativo y a la investigación, primero porque fue su profesión de joven, como profesor universitario de Química, pero también porque su andadura política empezó en el Ministerio de Educación con el primer gobierno socialista. Desde hace días la tensión es absoluta entre el mundo de los investigadores y el Gobierno por la pérdida de oportunidades tanto para los profesionales como para la investigación por los recortes.
El asunto de la penuria de la investigación es relevante, pero Rubalcaba ha optado por este tema sectorial para mantener la coherencia con el espíritu del pacto recientemente alcanzado con el Gobierno y que, además está tasado en el tiempo y en el contenido. Un enfrentamiento a cara de perro la próxima semana sería extraño cuando incluso este fin de semana el político socialista defenderá ante el presidente francés, François Hollande el contenido del acuerdo suscrito con el jefe del Ejecutivo español.
El resto de los portavoces no se ven concernidos ni reflejados en el pacto entre los dos partidos mayoritarios. Ya lo demostraron al boicotear la reunión del jueves en la que los dos portavoces parlamentarios del PP y del PSOE, Alfonso Alonso y Soraya Sáenz de Santamaría, pretendían hacerles partícipes de su acuerdo. Por eso, el portavoz de Izquierda Plural, Cayo Lara, sigue su camino y aprovechará su turno el miércoles para atacar ese pacto entre los dos grandes. Lo hará con la pregunta al presidente de si “tiene previsto proponer la supresión de la modificación realizada en el artículo 135 de la Constitución”. Esa modificación también la hicieron juntos PP y PSOE, en el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, y con ella consagraron en España el no incurrir en déficit, aunque en su desarrollo, después, no ha habido acuerdo. Esa modificación que ambos hicieron en el último tramo del gobierno de Zapatero, que cayó como un mazazo en el entonces candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, es la que ha invocado Cayo Lara para rechazar el pacto para la cumbre europea porque sus contenidos no cambian la política de recortes que establece la UE.
El cupo de preguntas permite también a Rosa Díez, portavoz de UPyD, preguntar al presidente, y tampoco habrá paños calientes. Le preguntará por las medidas que piensa tomar el Gobierno para “erradicar la pobreza infantil con el consiguiente atraso educativo y exclusión social de los niños afectados”. Este asunto lo llevó el PSOE al Congreso el pasado martes con la petición de la creación inmediata de un fondo de mil millones para hacer frente a la creciente pobreza infantil, pero el Gobierno lo rechazó y solo se comprometió a presentar “un plan” al respecto dentro de seis meses.
En el PSOE se desgañitan en proclamar que el acuerdo es solo para política europea y en principio para esta cumbre de últimos de mes; y nada más. La discrepancia se mantiene en otros muchos asuntos. Y en este pleno de control se pondrá el énfasis en educación y reforma local. No hay posibilidad de acuerdo en torno a la futura Ley Orgánica de Mejora de Calidad de la Educación (LOMCE) en los términos que ahora está aunque queda aún todo el trámite parlamentario. Se notará en la pregunta de la portavoz socialista, Soraya Rodríguez, a la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. “¿Qué razones justifican el ataque el Gobierno a la igualdad de oportunidades en la educación?”. Le seguirán los diputados socialistas César Luena, sobre las becas, y Germán Sánchez, sobre el derecho de todos los ciudadanos a la Educación, dirigiéndose al titular de Educación, José Ignacio Wert.
“Seguimos en la oposición; el pacto es solo para Europa porque el contenido está en línea de la socialdemocracia europea”, recalcan en fuentes socialistas.
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