Rubalcaba y Gómez se dan una tregua para “remar juntos” y recuperar Madrid

Dos enemigos a priori irreconciliables, Alfredo Pérez Rubalcaba y Tomás Gómez, aparcaron ayer sus diferencias en lo que vino a ser una pax socialista impensable hace unas semanas. Una causa común primó por encima de las discrepancias entre el secretario general del PSOE y el del PSM. Los dos dirigentes escoltaron a Maru Menéndez en la presentación del recurso de amparo en el Tribunal Constitucional contra la decisión del presidente de la Asamblea de Madrid, José Ignacio Echeverría, de suspender a la diputada un mes tras llamar “presidente corrupto” a Ignacio González, presidente de la Comunidad.

El acto en sí, de apenas unos minutos, apenas tuvo relevancia, por más que fuentes de la Ejecutiva Federal definieran la sanción “como un atropello muy grave contra los principios democráticos”. Más que el recurso de amparo, la trascendencia del quorum de ayer fue el gesto en sí. No fue casual ni improvisado: la presencia de Rubalcaba se fraguó en una reunión la semana pasada entre Menéndez y Elena Valenciano. La vicesecretaria general del PSOE ya expresó entonces el apoyo de Ferraz a la secretaria de Organización de los socialistas madrileños. El año pasado, por estas fechas, Rubalcaba señaló a Menéndez de “filtrar” las reuniones de la Ejecutiva del PSOE.

Más que el recurso de amparo, la trascendencia del quorum de ayer fue el gesto en sí

El acostumbrado enfrentamiento abierto entre Ferraz y Callao (sede del PSM) dio paso a la sintonía de ayer, en la que tuvieron mucha importancia las apariencias, como que Rubalcaba, Gómez y Menéndez compartieran coche rumbo a Ferraz. Allí los dos secretarios generales coincidieron, en una reunión que pasó de los 45 minutos, en señalar el cariz “estratégico” de Madrid y “la debilidad” del PP, que según las encuestas de Metroscopia para EL PAÍS pierde la mayoría absoluta tanto en la capital como en la Comunidad, lo que abre una ventana a la izquierda. La privatización de la gestión de seis hospitales de la red madrileña y la educación centraron la conversación entre Rubalcaba y Gómez. Lo que no trascendió, aunque se sobreentiende, es si también hablaron de las primarias en el PSOE. En diciembre el secretario general del PSM le pidió a Rubalcaba generosidad para ceder el testigo a personas nuevas con otras ideas.

En este contexto, en el que se habló de “remar juntos” pero está por ver el trasfondo del concilio, la llamativa simbiosis entre Rubalcaba y Gómez coincidió con la resistencia del exlehendakari Patxi López a revelar si irá a primarias para elegir al secretario general del PSOE. López pidió “respeto” a los tiempos del partido, y de ahí no pasó. El secretario del grupo parlamentario socialista en el Congreso, Eduardo Madina, coincidió en que no ha llegado el momento de hablar de la carrera de las primarias. “Cuanto todo llegue, ya veremos”, se escabulló.