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En libertad cautelar el guardia civil condenado por el Tribunal Militar

La Asociación Unificada de la Guardia Civil había solicitado el indulto al entender desmedida la pena de prisión

El guardia civil Juan Carlos Alonso, en el centro, junto a unos compañeros a su salida de la cárcel .
El guardia civil Juan Carlos Alonso, en el centro, junto a unos compañeros a su salida de la cárcel .EFE

El agente de la Guardia Civil Juan Carlos Alonso Farías, de 30 años, será puesto en libertad cautelar en las próximas horas después de que la Asociación Unificada de la Guardia Civil haya solicitado el indulto al entender desmedida la pena de prisión con la que le condenó un Tribunal Militar por una riña con un superior. Juan Antonio Ramos, portavoz de la AUGC considera que se trata de “un día histórico” y espera que “sea un antes y un después para los trabajadores de la Guardia Civil”.

Juan Carlos será puesto en libertad durante la tarde de este viernes y abandonará la cárcel de Alcalá Meco después de que la AUGC haya solicitado su indulto y después de protagonizar concentraciones en diferentes centros de trabajo, así como reuniones con grupos parlamentarios y agentes sociales para reclamar apoyo. “Es un día en el que hemos conseguido algo muy importante para los trabajadores de la Guardia Civi”, aseguraba Ramos, que visitó ayer al agente preso y aseguró que “estaba desanimado después de los días que ha pasado en prisión”. “Por una vez se ha hecho justicia”, concluía el representante de la asociación de guardias civiles.

Juan Carlos entró en prisión después de que un Tribunal Militar lo juzgase por unos hechos que se produjeron el 2 de junio de 2010 en la localidad de Arguineguín, una población costera de casi 3.000 habitantes en Gran Canaria. Durante un control rutinario, unos vecinos increparon a los guardia civiles y fueron detenidos, lo cual provocó la respuesta de un familiar de ellos que era policía municipal. Se produjo entonces una reacción en cadena con la marcha de varios centenares de vecinos hacia el cuartel dispuestos a pedir explicaciones y exigir la libertad de los detenidos. El cuartel de Arguineguín tuvo que ser reforzado con una unidad de intervención. En ese clima de crispación, Juan Carlos Alonso recibió una orden de un cabo de “controlar a la chusma” y a partir de ahí se ensalzaron en una discusión que no fue a mayores pero que acabó con la libertad del agente de 30 años por discrepar de su superior.

Según diferentes fuentes, el agente Alonso podría volar hoy mismo hacia Gran Canaria para reunirse con su familia.

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