Posada pide calma ante la protesta del 25-A: “No hay motivos para la violencia”

"No hay ningún motivo para actuar violentamente en las calles de Madrid". El presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada, ha hecho hoy un llamamiento a la calma ante la protesta convocada mañana para "asediar" la Cámara baja. Todos los grupos parlamentarios coinciden en rebajar la tensión y las preocupaciones que ha generado esta convocatoria, de la que se ha desvinculado las plataformas relacionadas del Movimiento 15-M y ante la que el Ministerio del Interior ya ha reforzado el dispositivo de seguridad.

"Tiene que quedar muy claro que una cosa es el derecho de manifestación y la libertad de expresión, que siempre vamos a respetar y yo como presidente del Congreso más, y otra cosa son los actos violentos que puedan producirse para saltar o asediar el Congreso, sobre todo si hay violencia, ahí no podemos aceptarlo", ha señalado Posada, que mañana seguirá el desarrollo de la concentración durante todo el día desde el Congreso. La portavoz socialista, Soraya Rodríguez, ha hecho un llamamiento para que la protesta se desarrolle de forma “pacífica”, mientras que José Luis Centella, de Izquierda Plural, ha extendido esa petición al comportamiento del Gobierno y de las fuerzas del orden.

Pero en la condena de la violencia se acaban las coincidencias de las formaciones. Las decisiones de la Mesa del Congreso han provocado las críticas de la oposición desde el anuncio de la convocatoria, el pasado marzo. Mañana no habrá pleno y queda suspendida toda actividad parlamentaria, salvo dos comisiones. El Gobierno y el PP defienden que no se convocó porque no había ninguna iniciativa prevista.

La portavoz del PSOE, sin embargo, critica que mañana no habrá pleno porque así lo “ha querido” el Gobierno de Mariano Rajoy, ya que es el Ejecutivo el que “llena el orden del día” que marca la actividad de la Cámara baja.

El Grupo Socialista, aseguró ayer Rodríguez tras la Junta de Portavoces, “intentó” que se celebrara una sesión plenaria sobre la reforma hipotecaria, que al final se aprobó con los votos del PP la semana pasada en la Comisión de Economía en lugar del pleno. Un procedimiento conforme al reglamento del Congreso, más ágil, pero mucho menos solemne, y que por esta razón fue muy criticado.