Un acusado del crimen de Capbreton da vivas a ETA en el tribunal de París
El juicio contra siete etarras que se ha iniciado este martes se prolongará cuatro semanas Si los acusados son hallados culpables, podrían ser condenados a cadena perpetua
La justicia francesa ha abierto este martes el juicio a siete etarras vinculados con el asesinato de dos guardias civiles en Capbreton, en el suroeste de Francia, a finales de 2007. Entre los acusados se encuentran dos de los últimos jefes de ETA, Mikel Garikoitz Aspiazu Rubina, Txeroki, y Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, Ata, así como Iratxe Sorzábal Díaz, considerada integrante actual del comité ejecutivo de la banda y que será juzgada en rebeldía porque permanece huida. El juicio se celebrará en principio durante cuatro semanas, hasta el próximo 26 de abril.
De los siete acusados, tres son considerados integrantes del comando que mató a tiros a los agentes Raúl Centeno, de 24 años, y Fernando Trapero, de 23 años. Entre ellos se encuentran Ata —quien ha entrado en la pecera de los acusados, situada frente a los asientos reservados a la acusación particular, donde han tomado asiento los familiares de las víctimas, al grito de “Gora ETA”—, Saoia Sánchez Iterrugui, Hintzia, y Ansier Bengoa López Armentia, quienes han aparecido distendidos. Se enfrentan a una posible pena de cadena perpetua.
Ata es también juzgado por el cargo de dirigente de una organización terrorista, dado que se le considera el jefe del aparato logístico de ETA en el momento de los hechos. También responde a este cargo Txeroki, en su caso como jefe del aparato militar. Ambos fueron condenados hace dos semanas también en París a 20 años de cárcel por el secuestro de una familia española en 2007, unos meses antes del atentado de Capbreton. Junto a ellos comparecen ahora también por hechos relacionados con el atentado de Capbreton Eider Uruburu Zabaleta e Ibon Goieaskoetxea Arronategi.
“Esto es muy doloroso para nosotros”, ha alcanzado a explicar la madre de Raúl Centeno, Blanca Bayón González, durante un receso de la sesión de apertura, dedicada principalmente a cuestiones de procedimiento. “Esperamos que se haga justicia, que les caiga lo máximo, a mi hijo lo mataron de forma cobarde, lo remataron…”, ha añadido la mujer, que ha visto por primera vez cara a cara a los presuntos asesinos de su hijo. Sentados junto a ella estaban el padre y la hermana de Trapero.
Hasta la capital francesa se ha desplazado también María del Mar Blanco, hermana del concejal del Partido Popular Miguel Ángel Blanco, asesinado en 1997, y presidenta de la Fundación de Víctimas del terrorismo, acompañada por la directora de apoyo a víctimas del terrorismo del Ministerio del Interior, Sonia Ramos. “Yo agradecí mucho el apoyo cuando estuve en la Audiencia Nacional. A París se puede desplazar menos gente, así que era importante estar aquí”, ha señalado Blanco. “Encontrarse frente a los asesinos es muy duro para los familiares, pero queda el consuelo de ver que ya no están en libertad y la confianza de que caiga sobre ellos todo el peso de la ley”, ha añadido.
Centeno y Trapero fueron asesinados el 1 de diciembre de 2007 en el aparcamiento de un centro comercial en las afueras de Capbreton, donde se encontraban en misión de cooperación con los servicios secretos franceses, e iban desarmados. Los autores se dieron luego a la fuga. Dos de ellos, Hintzia y Bengoa, fueron detenidos cuatro días después a unos 300 kilómetros del lugar del crimen.
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