Urdangarin pidió al Rey que mediara para atraer personalidades al Valencia Summit
El duque reclamó “un par de gestiones” y “un impulso” del Monarca Pretendía animar a aceptar la invitación a Ecclestone, Blatter, Rogge, Bertarelli y Bernard Arnault
Iñaki Urdangarin solicitó al Rey “un par de gestiones” para atraer conferenciantes de primer nivel mundial y patrocinadores de marcas de lujo al Valencia Summit, uno de los eventos con los que el duque de Palma se lucró a costa del erario público. El 10 de septiembre de 2004, un mes y medio antes de que se celebrara la cumbre, Urdangarin pidió a su suegro un empujón para que cuatro primeras espadas de la organización del deporte internacional asistieran a las jornadas: Bernie Ecclestone, patrón de la Fórmula 1; Joseph Blatter, presidente de la FIFA; Jacques Rogge, máximo responsable del COI; y Ernesto Bertarelli, magnate suizo ligado a la Copa de América.
Esas personalidades “podrían venir si el Señor les anima a aceptar la invitación”, escribe el marido de la infanta Cristina en el correo electrónico remitido al servidor del Monarca en la Casa del Rey. El duque está interesado en que don Juan Carlos tercie también, “en la medida de la que fuera posible”, en otra tarea: convencer a Bernard Arnault, dueño del imperio Louis Vouitton, para que participe “como patrocinador secundario en la cumbre”. Urdangarin anuncia que ya ha hecho llegar la propuesta “al Sr. Arnaud” (sic) “por medio de Jaime Marichalar”, su cuñado. Pero subraya su interés en que el Monarca mueva el asunto: “Quizá con un impulso del Señor, el tiempo no correría tanto y el Sr. Arnaud decide con rapidez”.
Con, o sin la mediación del Rey, Louis Vuitton acabó siendo uno de los mayores patrocinadores del evento: aportó 87.000 euros para el Valencia Summit 2004, según un informe de la fiscalía que figura en el sumario.
Las peticiones al Rey cierran un documento de dos páginas en las que, con la jerga más propia de un relaciones públicas que de un yerno, Urdangarin detalla al Monarca las bondades del Valencia Summit, que debe convertir a la ciudad en “el Davos del deporte y las ciudades” y ser la antesala de la Copa América de 2007, “uno de los mayores eventos deportivos mundiales”.
Fuentes de la Casa del Rey afirmaron ayer que no consta que don Juan Carlos hiciera ninguna de las gestiones que le pidió su yerno, aunque no niegan la veracidad del documento.
El 23 de junio de 2004, Urdangarin envió a la misma dirección oficial de la Casa del Rey otro correo. “Señor: le adjunto mi CV en español que fue enviado esta tarde a Corina”, en alusión a la alemana Corinna zu Sayn-Wittgenstein, amiga del Monarca. Urdangarin negoció con la aristócrata alemana un cargo institucional en la fundación Laureus, dedicada al deporte, que le iba a reportar un salario anual de 200.000 euros. “Creo que son buenas noticias”, le dice al Rey sobre las gestiones de Corinna. La negociación, sin embargo, no llegó a buen puerto.
Los responsables de la F-1, la FIFA o el COI “podrían venir si el señor les anima”
“Paralelamente el señor Woodhead (Sotherby’s) me ha dejado un recado telefónico para continuar con las conversaciones iniciadas en Londres. Le comentaré mañana en Madrid más detalles. Gracias de nuevo por su interés”, concluye Urdangarin.
Los dos escritos forman parte de una nueva remesa de correos electrónicos que el exsocio del marido de la infanta Cristina, Diego Torres, ha entregado al juzgado que investiga el caso Nóos a través de su abogado, Manuel González Peeters. En su escrito, el letrado se opone a la impugnación de los correos solicitada por el defensor de Urdangarin, Mario Pascual Vives. Este pide que los correos sean nulos porque se desconoce su origen y pueden haber sido “manipulados”. Los e-mails, añade, atentan contra los “derechos fundamentales” del duque de Palma. En su respuesta, González Peeters argumenta que los correos forman parte del “legítimo derecho de defensa” de Torres; recuerda que este “jamás ha faltado a la verdad” e ironiza con que Urdangarin contratara a Matías Bevilacqua, un hacker y excolaborador del CNI imputado en un caso de tráfico de datos a gran escala, para ordenar y recuperar correos electrónicos del caso Nóos.
Los dardos de Torres también se dirigen contra el asesor jurídico externo de la Casa del Rey, José Manuel Romero. El conde de Fontao declarará la próxima semana ante el juez como testigo por sus presuntas labores de mediación y asesoramiento al duque de Palma, en especial desde que este abandonó —al menos, sobre el papel— el Instituto Nóos, la entidad sin ánimo de lucro con la que Torres y Urdangarin lograron contratos millonarios de las Administraciones públicas gobernadas por el PP: 2,3 millones por dos ediciones del Illes Balears Forum y 3,7 por tres Valencia Summit.
Urdangarin habló con Marichalar para contactar con Bernard Arnault
En febrero de 2007, Urdangarin escribe a Romero para ponerle al corriente de sus negocios y se interesa por el registro de la Fundación Cultura, Deporte e Integración Social, sucesora de Nóos. “Hemos empezado a hacer las primeras reuniones”, escribe Urdangarin. Romero le contesta con una “buena noticia”: la fundación está inscrita, por lo que “ya se puede disolver Areté” (una ONG creada por Urdangarin y Torres) “y ceder su nombre y su capital a la nueva”. En un segundo correo, de diciembre de 2006, Urdangarin dice a Torres que pedirá la “colaboración” del asesor “para hacer crecer este proyecto a nivel de mecenazgo”. El conde de Fontao, escribe, “no puso ningún impedimento” en la idea de “fusionar” las dos fundaciones para “utilizar los fondos de la absorbida e invertirlos en la nueva”.
“Vamos al 50% de los beneficios”. En julio de 2008, Urdangarin mantenía “proyectos compartidos” con Torres, Así consta en un correo de su exsocio al asesor fiscal de Urdangarin, Marco Tejeiro, que este reenvía al duque de Palma para “la liquidación de lo cobrado”. La Fiscalía Anticorrupción mantiene que Urdangarin y Torres tenían una alianza en firme para el reparto de ganancias.
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