Rubalcaba evita el choque con los socialistas gallegos y Gómez los apoya
La dirección federal se conjura para evitar otra crisis paralela a la del PSC El secretario general de Madrid pide la convocatoria de los órganos del partido
“Normalidad total”. Con esas palabras u otras del mismo pacífico tenor describieron ayer cuatro miembros de la cúpula del PSOE la situación creada después de que su federación en Galicia anunciara que consultará en junio a la militancia para elegir al próximo secretario general, una fórmula no prevista en los estatutos del partido. Normalidad a pesar de que hasta el último momento la ejecutiva federal conminó a los socialistas gallegos a que recularan, sin conseguirlo; y a pesar de que otra federación, la de Madrid, la más crítica desde hace meses con Alfredo Pérez Rubalcaba, aprovechó ayer la ocasión para sumarse a la propuesta gallega, pedir la extensión de esa fórmula de pseudoprimariasa todo el PSOE y reclamar la convocatoria de varios órganos de dirección del partido para discutir este y otros asuntos.
“Aplaudo lo que han hecho los socialistas gallegos. Más democracia siempre es bueno”, dijo Tomás Gómez, secretario general en Madrid. Afirmó que el PSdeG ha “marcado un camino” que deben “recorrer todos”; aseguró que él también convocará esas “primarias” dentro de unos años, cuando toque su congreso, y emplazó a que se celebren igualmente para elegir al secretario federal. Gómez ya defendió esa fórmula en el último congreso federal del PSOE, pero la propuesta fue rechazada por una amplísima mayoría y, por eso, no está en los estatutos: sí hay primarias en la elección a candidatos electorales, pero no en la de cargos orgánicos.
El secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, y su equipo quieren evitar a toda costa que el enfrentamiento con los socialistas de Galicia se convierta en un nuevo frente cuando están tratando de reconducir la crisis con el PSC en Cataluña —una crisis, la catalana, mucho más de fondo y que va para meses—. De hecho, ambas partes —ejecutiva federal y PSOE gallego— rebajaron ayer sustancialmente el tono y abogaron insistentemente por alcanzar un acuerdo. “No es una confrontación”, dijo la secretaria de Coordinación Institucional del PSdeG, Laura Seara. Y los socialistas gallegos no están “en rebelión” contra Ferraz, añadió. Desde Ferraz, en la misma línea de acercar posturas, el secretario de Organización, Óscar López, afirmó: “Hemos pedido al PSdeG que nos mande su propuesta por escrito, para ver en concreto qué plantean. Y después hablaremos”.
La semana pasada, sin embargo, el propio López había recordado por carta y repetidamente por teléfono a los socialistas gallegos que unas primarias para elegir secretario general no caben en los estatutos del partido. Finalmente, el PSdeG eliminó la palabra “primarias”, pero lo que aprobó el sábado —que el secretario general gallego sea elegido formalmente el 6 de julio en un congreso, como marcan los estatutos, pero que previamente haya una consulta a los militantes el 1 de junio— también tiene difícil encaje en la normativa del PSOE. El PSdeG no ha explicado, por ejemplo, qué ocurriría si el congreso decidiera algo distinto a lo votado por los militantes; o si, después de producirse esa consulta a las bases, al congreso llegaran candidatos de última hora, que no contarían con la legitimidad extra de las urnas y que podrían sentirse en desventaja e incluso impugnar el cónclave.
“Todo eso se va a hablar. Lo que hemos aprobado es que las bases tengan una participación directa en la elección del secretario general. Ahora hay que dar forma a esa consulta, y lo vamos a hacer en comunicación con Ferraz. Habrá un acuerdo, seguro”, auguró un portavoz del PSdeG. Fuentes de la ejecutiva federal coincidieron: “Vamos a hablar. Si hay una fórmula que quepa en los estatutos, se hará”. La responsable de Participación, María González Veracruz, precisó: “Esta ejecutiva es defensora a ultranza de la participación de la militancia. De hecho, vamos a tener primarias abiertas para elegir al candidato en elecciones generales. Estamos abiertos a cualquier debate, pero ajustándonos a lo que todos decidimos. Si queremos más democracia, lo primero es respetar las reglas de juego decididas democráticamente”. Es decir, los estatutos.
También en la crisis abierta con el PSC quiere la dirección federal templar los ánimos. Valeriano Gómez, por ejemplo, uno de los diputados que hace días se mostraban más furiosos con los socialistas catalanes por su deriva soberanista, abogó ayer por recomponer la relación. La dirección no se plantea convocar ahora un comité federal —el máximo órgano de dirección—, como reclamó el madrileño Tomás Gómez apelando a la “gravedad” de la situación (aunque él es uno de los menos críticos con los socialistas catalanes).
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