“Cómo perder mucho dinero para coger un buen pellizco”

Jorge García Téllez, el testigo clave del caso Díaz Ferrán, no se limitó a narrar hechos ante la policía. También los documentó ante el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco. Él era el contable y hombre de la máxima confianza del liquidador de empresas Ángel de Cabo, el testaferro del Díaz Ferrán y el hombre que, sin importarle que los trabajadores hubieran o no cobrado sus salarios, acechaba a empresas en quiebra e intervenía cuando veía a los dueños asfixiados. De cabo no entraba para, como decía a sus víctimas, tratar de reflotar sus negocios. Sino para, con falsas promesas de mantenerles su nivel de vida, arrasar con el dinero que hubiese en ellas.

La operación más valiosa, en cuestión de efectivo dinerario, que ejecutó De Cabo en Viajes Marsans fue la de los Airbus que compró en fábrica Air Comet, del grupo Marsans, para completar su flota, que incluía la compañía Aerolíneas Argentinas. Sabiendo que había en ciernes concursos de acreedores, De Cabo olió dinero en la operación de Díaz Ferrán con Airbus y le hincó el diente. Díaz Ferrán compró varios Airbus y adelantó por ellos, tras pedir dinero a un banco, 125 millones. Cuando De Cabo se hizo con las empresas del grupo, pidió a Airbus que le devolviera el dinero adelantado, puesto que ya no le interesaban los aviones. Airbus se negó. Había un contrato que no permitía el arrepentimiento. Pero De cabo sabía que, insistiendo, probablemente conseguiría una parte de ese dinero. Y lo consiguió, pero perdiendo el 60% de la inversión de Díaz Ferrán, aunque en realidad los 125 millones eran de un préstamos pedidos a un banco alemán y no habían sido devueltos.

Según describió ante la policía García Téllez, la operación para recuperar “lo que fuese” de esos 125 millones se desarrolló así: “Un requisito necesario para que comenzaran a construirse los aviones era depositar cierta cantidad de dinero por adelantado. Al no poder hacer frente a la compra total, se negoció con Airbus la devolución de las cantidades entregadas a la firma del contrato, en total 125 millones. Astra [empresa irlandesa de Díaz Ferrán, que fue la que compró los aviones], al desisitir de esa compra, sufrió una penalización de casi el 60% del dinero adelantado por Gerardo Díaz Ferrán. Finalmente”, continúa describiendo García Téllez, “Airbus accedió a devolver solo 34 de los 125 millones adelantados. La negociación con Airbus la llevó Iván losada, testaferro de De Cabo, en compañía de un ingeniero aeronáutico que sabía hablar inglés".

García Téllez asegura que Ángel de Cabo también fue varias veces a Irlanda para la toma de posesión de Astra, después de quedarse con todas las empresas de Díaz Ferrán, "y para celebrar alguna junta". "La negociación con Airbus se desarrolló y culminó en un mes y medio, máximo dos, y consistió en dejar perder bastante dinero a cambio de ganar un buen pellizco, como he explicado antes. Tiene noticia el declarante [García Téllez] de que Astra, para suscribir el contrato con Airbus, obtuvo financiación de Marsans vía Teinver [una de las empresas matrices del grupo de Díaz Ferrán] y el anticipo entregado alcanzó unos 125 millones de Dólares. Ángel de Cabo e Iván Losada estuvieron de acuerdo en perder más del 60% de la cantidad entregada a cuenta, antes de que eso se alargara y los concursales se dieran cuenta de dónde había un buen alijo”, señala.

“Con esas condiciones”, añade el testigo García Téllez, “Airbus accedió a devolver la cantidad de 34 millones de dólares como pago y resto hasta los 125 millones aproximadamente como penalización por la cancelación del contrato. Una vez el dinero fue abonado a Astra en las cuentas que tenían en Irlanda, Iván losada ordenó desde Irlanda la transferencia de los 34 millones a una cuenta de Aszendia Asociados 2l. Por miedo a posibles embargos, desde la cuenta de Aszendia el dinero se movió a una cuenta de La Caixa de Vittori Grupo Inversor. Posteriormente, Ángel de Cabo se encontró con el problema legal de justificar por qué se había hecho esa transferencia, y por ello se confeccionó un contrato pre-datado que firmaron Gerardo Díaz Ferrán y un abogado alemán, Peter Friedrich Franz Folsing, por el cual este último se encargaba de la negociación con Airbus, representando a Astra, al cual se le contrataba para llevar esta negociación (por supuesto nunca llevó esa negociación, tuvo varios contactos con unos abogados, pero nada más), la cual nunca dirigió ni participó activamente en la misma porque el acuerdo con Airbus ya estaba cerrado".

"El abogado alemán subcontrató al despacho de abogados, Aszendia Asociados 21, para la gestión de las negociaciones. En ese mismo momento, y dentro del caos del "LO QUIERO PARA YA" de Ángel de Cabo, se confeccionó otro contrato entre Vittori Grupo Inversor como prestamista de dinero para los gastos de Peter por importe de 3 millones de euros. Por lo visto, este hombre, Peter, argumentó algún problema por los 3 millones y se confeccionó otro por importe de 60 mil o 70 mil euros. Finalmente se le entregaron a este hombre 3 talones de 20 mil euros cada uno de la empresa Shield Intermediaria como pago por sus honorarios. El dinero se ha ido sacando en efectivo y transferencia para gastos de estructura y gastos suntuosos de Ángel de Cabo e Iván Losada. Este contrato se hizo en español, se tradujo del alemán, se tradujo al español”, concluye su relato García Téllez.