El magistrado embargará el palacete de Urdangarin y el chalé de su exsocio
El duque de Palma advierte de que llevará el ‘caso Nóos’ al Tribunal Constitucional Ni Urdangarin ni su socio habían depositado el dinero al cerrarse el plazo a medianoche
Ni Iñaki Urdangarin ni Diego Torres afrontaron ayer el pago solidario de los 8,1 millones de euros de la fianza impuesta en el caso Nóos. El plazo finalizaba a medianoche y, a partir de ahora, el juez podrá embargar sus propiedades. El bien inmueble más valioso del duque de Palma —a medias con su esposa, la infanta Cristina— es el palacete de Pedralbes, una casa-torre en un barrio exclusivo de Barcelona que la pareja compró por 5,8 millones en 2004, gracias a una hipoteca de La Caixa que cubría casi el 100% del importe.
Durante dos años, los duques gastaron otros dos millones en rehabilitar y decorar su mansión, según las cuentas de la inmobiliaria Aizoon, cuya sede era el mismo palacete. Antes, la pareja compartió la propiedad de otro piso en Barcelona, que vendió por 1,2 millones. A través de Aizoon, compraron una casa con planta baja y trastero en Terrassa (Barcelona) por 231.000 euros, de nuevo con hipoteca de La Caixa. La información aportada al juez por la Agencia Tributaria indica que Urdangarin compró un terreno rústico en Bergara (Guipúzcoa) de 30.000 metros y que era titular de diversos fondos de inversión, con una cartera “muy diversificada” en valores: tuvo acciones de Mixta África, del BNP de París y de Telefónica, donde fue consejero.
El año de la compra del palacete —coincidiendo con la primera edición de los macroeventos que llenaron sus bolsillos de dinero—, los duques afrontaron otra inversión inmobiliaria en Palma: dos apartamentos (de 65 metros cuadrados), con aparcamientos y trastero. Pagaron 391.850 euros con préstamos hipotecarios del BBVA.
Ambos compraron pisos en Barcelona y Palma en pleno auge de su proyecto
Torres, a la sazón mano derecha del yerno del Rey en el Instituto Nóos, también adquirió por las mismas fechas bienes en Palma. En concreto, compró a través de una sociedad tres pisos en una finca de la calle Marqués de Fuensanta. Los apartamentos eran propiedad de Jorge Forteza, amigo del duque, y su valor catastral asciende a 90.000 euros. El experto en marketing comparte con su esposa la propiedad de un chalé adosado en Sant Cugat (Barcelona). En su día, ambos firmaron un crédito por 1,2 millones. A nombre de otra sociedad, Torres posee un velero de unos diez metros de eslora, que alquiló para fines sociales. El juez José Castro mantiene bloqueados 960.000 euros en una cuenta en Suiza del matrimonio Torres-Ana María Tejeiro. Según fuentes próximas a Torres, este apenas posee dinero en otras cuentas corrientes y ya puso a disposición del juzgado una relación pormenorizada de sus bienes.
Al no haber sido abonada la fianza, el juez procederá ahora al embargo. Lo habitual es encargar un informe para averiguar el patrimonio de ambos. En función de la valoración que dé a esos bienes un perito judicial, lo embargado sirve para hacer frente a toda la fianza o a parte de ella.
En su recurso contra la fianza, el abogado de Urdangarin denuncia que el proceso ha provocado a su cliente una “irreversible indefensión” y advierte de que llevará el caso al Tribunal Constitucional para anular el proceso penal por vulneración de derechos fundamentales. A Urdangarin, “pariente de SM El Rey”, dice el abogado, se le impide “discutir” las decisiones del juez. El letrado rechaza que se incluyan en la fianza las cantidades de IVA e IRPF porque “habría enriquecimiento injusto” e “injusto empobrecimiento” del duque, al tener que garantizar el importe de impuestos que ya habían abonado como proveedores de los congresos de Valencia y Baleares, financiados por los Gobiernos autónomos del PP.
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