“Esperanza es más Guardiola que Mourinho”, la define su jefe
El presidente de Seeliger y Conde destaca "la capacidad de liderazgo, sus valores y el optimismo" de Aguirre
La primera vez que Luis Conde pensó en fichar a Esperanza Aguirre fue en una boda a finales de octubre. “Coincidí con un compañero de colegio que la trataba, le pregunté qué era de ella y, cuando me dijo que era funcionaria, no me lo pensé”, cuenta el presidente de Seeliger y Conde. “Pensé en ella como presidenta del consejo asesor. Lo primero que tendrá que hacer es constituirlo, darle forma”, añade el empresario, que creó la firma en Barcelona en 1990.
El nuevo jefe de Aguirre y la dirigente popular contactaron por primera vez a mediados de noviembre. Una semana después, el 21 de noviembre, empezaron a intercambiar emails hasta que cerraron el acuerdo.
¿Qué animó a Conde a la abanderada liberal del PP?: “Durante más de 20 años nos hemos dedicado a fichar líderes para las empresas españolas. Las tres características que tienen en común los líderes de este mundo es que tienen un proyecto, lo saben proyectar y su optimismo. El optimismo es uno de los grandes valores, la gente optimista rinde entre un 60% y un 80% más... Aguirre es todo eso”. "Lo importante es que sus valores coincidan con los de la empresa. Que encajen. Y así es", continúa el presidente de Seeliger y Conde. "Lo más importantes para mí son el esfuerzo, la valentía, la responsabilidad, las ganas de echar hacia adelante... Los tiene mi compañía y los tiene Aguirre". Y añade: “Es más Guardiola que Mourinho, de entrada ha dejado un sustituto. Usa la cantera”.
La presidenta del PP madrileño “cobrará un sueldo bastante nimio”, añade Conde. “Los socios [Aguirre no lo es] no lo tenemos. Aquí no se paga un sueldo. Se gana el sueldo, y Esperanza se ganará bien la vida si tiene éxito. Tiene la plataforma para hacerlo si hace las cosas bien”.
Conde también ha explicado la relación que su empresa tuvo con Iñaki Urdangarin. El duque de Palma participó en 2008 en una reunión centrada en la búsqueda de directivos especializados en el sector deportivo. Urdangarin facturó unos 40.000 euros por diferentes gestiones. “En 2007 creé una división para la profesionalización del deporte, en la que propondríamos directivos, serios, formados, para los grandes clubes de fútbol, baloncesto... Incluso teníamos pensado impulsar un código ético, al nivel del Comité Olímpico Internacional. Urdangarin nos asesoró, y cuando lo íbamos a poner en marcha llegó la crisis y lo paramos”, recuerda Conde. El empresario calcula la relación con el yerno del Rey en cuatro-cinco meses. “Las ideas que aportó parecían buenas, la verdad, pero al final el proyectó no siguió adelante… Y mira luego lo que pasó. Fuimos una víctima más”, ha apuntado.
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