Una avería de la patrullera de rescate provocó el choque mortal con una patera

La Guardia Civil ha reconocido que el accidente de la patera situada enfrente de la costa de Lanzarote que causó un muerto y siete desaparecidos la semana pasada, tuvo su origen en un fallo mecánico de la patrullera que fue a hacer el salvamento. Frente a la versión que se dio en un primer momento por parte de la Delegación del Gobierno en Canarias, no se trató de un choque casual, ni la patera volcó, sino que un problema en una turbina de la embarcación de la Guardia Civil provocó el choque.

“Ha sido un desgraciado accidente”, fue la única información que proporcionó la delegada de Gobierno, María del Carmen Hernández Bentos, omitiendo que la patrullera de la Guardia Civil había sufrido un problema técnico muy grave que provocó que la embarcación quedara fuera de control durante la aproximación a la patera. Ese accidente, según un portavoz oficial de la dirección general de la Guardia Civil, se produjo por un fallo en uno de los jets de la patrullera, uno de los propulsores que controlan el gobierno de la embarcación.

Este es el relato completo de los hechos, según el portavoz de la Guardia Civil: En la madrugada del viernes, a las 00.20, reciben una llamada indicando que había una embarcación sospechosa cerca de la costa y proporcionando unas coordenadas. La patrullera Cabaleiro salió en busca de la patera. La noche era oscura, de luna nueva, y el mar estaba en calma. El barco de la Guardia Civil llega a la zona, pero no ve nada. En ese momento, a las dos de la madrugada, ya sabían que había una avería grave en los jets de la embarcación. Informaron de que la patrullera estaba sin gobierno y de que iban a abandonar la búsqueda para dirigirse al puerto de Arrecife.

Poco después, sin embargo, su radar avistó la patera. La Guardia Civil asegura que vieron que se dirigía a un acantilado y que por eso decidieron abandonar la idea de regresar a puerto. Fueron a su encuentro. Pero la avería en el jet provocó que la patrullera, ingobernable durante la maniobra de aproximación, chocara con la patera.

La Guardia Civil asegura que, además de su problema técnico, el patrón de la patera dejó el timón justo cuando ellos se acercaban a la misma sin poder controlar su propio barco. Poco después, sobre las dos y media, los agentes informaron de que habían chocado con la patera y de que había muchos inmigrantes en el agua. Procedieron rápidamente a las labores de rescate y recogieron a 17 personas, una de ellas herida. Salvamento Marítimo se quedó en la zona intentando localizar heridos o náufragos.

Los rescatados les informaron de que había 25 personas en la patera. Hasta el momento, aparte de los 17 supervivientes, solo se ha recuperado un cadáver. El resto, según expertos en rescate consultados, “probablemente estarán en corrientes marinas que los llevarán a las costas de otras islas canarias, con probabilidad a Fuerteventura”. La luna nueva provoca mareas fuertes que han podido llevar los cadáveres a cualquier sitio.

Fuentes de la Guardia Civil afirman que se ha abierto una investigación “en profundidad” para esclarecer lo ocurrido, y también aseguran que los componentes del equipo destinado la noche del viernes a conducir la patera a tierra están “desolados, especialmente el patrón”, tras intentar buscar los cuerpos arribados al mar. La Delegación del Gobierno de Canarias ha rehusado hacer declaraciones.

Los supervivientes han declarado, en las diligencias abiertas en el juzgado número 3 de Arrecife (Lanzarote), que “la patrullera iba a gran velocidad” cuando, de forma lateral, impactó contra la embarcación. En su relato han sostenido, además, que la patrullera iba con “las luces apagadas”, por lo que solo oyeron el motor. La Guardia Civil, por el contrario, asegura que encendieron las luces cuando vieron la patera, y que en ese momento el patrón de la misma abandonó el timón.

La investigación penal, que se abrió para saber quién era el patrón de la patera por un posible delito de inmigración ilegal, estudiará ahora también las circunstancias del choque. Según distintas organizaciones que trabajan con recursos sociales para inmigrantes, “la fiscalía haría bien en pedir los vídeos del Servicio Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE)”, encargado de aportar un mayor control en las fronteras marítimas de España.

Los supervivientes estarán en el Centro de Internamiento de Barranco Seco, en Gran Canaria. Otro de los supervivientes ya se encontraba en Gran Canaria desde el pasado viernes, cuando fue trasladado al hospital, debido a un traumatismo craneoencefálico producido durante el rescate por el golpe que la patrullera propinó a la patera.

Los 17 supervivientes también están impactados por lo ocurrido y así se lo han trasladado a sus familiares en la llamada de cortesía que han podido realizar. Uno de ellos, sin documentos en regla y residente en Tenerife, ha trasladado a EL PAÍS que cree que uno de los fallecidos “es amigo”, pero que su “hermano está vivo”. Su familiar le ha comentado lo sucedido con la patrullera Cabaleiro y le ha manifestado haberlo vivido “muy asustado”. La embarcación estuvo “menos de 48 horas en el mar”, según le explicó. Todos ellos son de Marruecos, a donde serán repatriados cuando la Policía Nacional complete los trámites correspondientes.