Asociaciones de inmigrantes tildan de “burla” la nueva oferta de residencia
El colectivo SOS Racismo pide que no se frivolice con la normativa de extranjería
La propuesta del Gobierno de conceder la residencia a aquellos extranjeros que compren una casa por un valor superior a los 160.000 no ha tenido buena acogida entre asociaciones de inmigrantes. Estas consideran que la medida es "una burla a miles personas que durante años han trabajado en España y que ahora se tienen que marchar porque no pueden pagar el piso en el que viven". El colectivo SOS Racismo también ha criticado la iniciativa y ha apuntado que el de la vivienda es un tema "muy serio" como para "frivolizar" con la normativa de extranjería.
"Es una tomadura de pelo por parte del Gobierno, pues, con esta iniciativa sólo incluye a colectivos como el chino y el ruso que tienen un poder adquisitivo superior al resto de inmigrantes que ahora se encuentran en España", ha criticado Gilberto Torres, portavoz de la Federación Estatal de Asociaciones de Inmigrantes y Refugiados en España (Ferine). Torres ha rechazado "de plano" esta medida, que pone a determinados colectivos de extranjeros en "posiciones ventajosas" respecto al colectivo latinoamericano, que "está regresando a sus países de origen por la situación tan crítica en la que vive, pues muchos de sus miembros se encuentran en procesos de desahucio".
En línea similar, el presidente de la asociación de ecuatorianos Rumiñahui, Vladimir Paspuel, ha asegurado que la mayor parte del colectivo de extranjeros "no tiene ni para sobrevivir" y considera que la nueva fórmula para conseguir un permiso de residencia le ha causado una "enorme sorpresa" porque se quedan fuera "miles de extranjeros". Si bien "respeta" esta propuesta para "sanear la banca", también advierte de que lo que se necesita son reformas para apoyar a las personas extranjeras "que durante años han contribuido al crecimiento de España y que actualmente se encuentran en una situación de extrema vulnerabilidad".
SOS Racismo por su parte ha criticado la iniciativa a través de un comunicado. La asociación opina que supone "un paso más en la política del Gobierno de primar el criterio utilitarista a la hora de regular la inmigración en este país". "Si hasta ahora era el mercado laboral el elemento determinante, con esta propuesta se introduce un elemento nuevo como es el mercado inmobiliario", ha apuntado.
A su juicio, resulta "chocante que se relacione la posibilidad de compra de un inmueble con el otorgamiento de un permiso de residencia, sin atender a otras cuestiones como pudieran ser posibles estrategias de blanqueo de dinero o abuso de posición en un tema tan sensible para la población en general como es el de la vivienda".
Además, SOS Racismo ha criticado que al Gobierno central "parece no importarle en esta ocasión las cuestiones relacionadas con el aprendizaje de la lengua o determinados valores culturales que en otras ocasiones sí son determinantes para otorgar una autorización de residencia". Asimismo ha calificado de "discriminatorio" anteponer criterios de control de los flujos, en unos casos, y promover la entrada en el país, en otros, "vinculándola a un elemento tan alejado de la extranjería como es el del mercado inmobiliario". Finalmente, ha reclamado al Ejecutivo central "medidas urgentes de largo alcance que eviten el drama de los desahucios".
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