Griñán dice que “da lo mismo” CiU que PP porque “siempre pactan”

Los socialistas catalanes llevan varios días cuidando su tradicional granero de votos en las ciudades del área metropolitana de Barcelona, donde el electorado se vuelca con el PSC en las elecciones generales pero que en las autonómicas se vuelve más abstencionista. Esta mañana, el PSC ha recalado en Santa Coloma de Gramenet, con el presidente del PSOE y de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, ante un auditorio entregado de más de 1.500 personas, buena parte de ellas procedente de la inmigración de la década de 1960.

Aunque los carteles y el lema electoral del PSC defienden el federalismo como la "alternativa sensata", Griñán no ha pronunciado ese término y se ha centrado en un discurso social para arremeter contra CiU y PP por sus políticas de recortes en sanidad y educación y la aprobación de la reforma laboral. Griñán entiende que "no hay diferencias" entre los populares y los nacionalistas catalanes y que su proyecto "es el mismo", a pesar de que "no lo quieren enseñar y corren una cortina de humo" con la independencia y la recentralización.

Para el dirigente del PSOE, se trata de un debate que supone "una gran mentira entre dos que se pelean y luego pactan" y ha vaticinado que como la crisis económica va a durar, CiU y PP se volverán a poner de acuerdo para aprobar medidas como la amnistía fiscal a los defraudadores, dar grandes ayudas a banca y permitir los desahucios y exigir más sacrificios a las clases medias y trabajadoras. "Da lo mismo una derecha que otra", ha dicho Griñán.

El presidente del PSOE ha pedido a los socialistas presentes que no se aparten nunca de "lo que llevamos dentro", en referencia a la justicia social y las luchas contra las desigualdades y ha recordado que el PSC y el PSOE andaluz suman el 40% del total del socialismo español. En la primera fila del auditorio estaba la exministra de Defensa, Carme Chacón, a quien Griñán apoyó en el congreso de Sevilla. El presidente de la Junta de Andalucía se ha referido a ella y a un artículo de opinión publicado hoy en un periódico andaluz en el que afirma que "la independencia esconde la incompetencia".

Griñán ha admitido que el actual sistema de financiación no es justo y que perjudica tanto a Cataluña como a Andalucía, pero ha precisado que "para resolver un problema que existe estamos creando otro mayor". El presidente andaluz considera que la solución no pasa por el órdago secesionista que ha lanzado Artur Mas, que ha definido como "un salto al vacío que puede provocar un aislamiento que te deje sin futuro".

En otro momento, el presidente andaluz ha ironizado sobre las encuestas que se publican hoy y que vaticinan un enorme retroceso del PSC el 25 de noviembre. "Las encuestas no son votos, ya te lo puedo asegurar yo", le ha espetado a Pere Navarro, el candidato del PSC a la Generalitat, al que le ha pedido que tenga la "fe en la victoria" que tuvo él, cuando "me invitaron a hacer las maletas".

Navarro, por su parte, ha admitido que los socialistas catalanes "no están en su mejor momento", y ha apostillado que ni se resigna ni se rinde. En su opinión, el Parlamento catalán que salga de las urnas será "demasiado fragmentado", por lo que ha reclamado el voto útil para el PSC.

El candidato socialista sí que ha aludido a la reforma constitucional que propugna el PSC para avanzar hacia el Estado federal, y ha precisado que se hará "desde la sensatez, respetando las leyes y siguiendo vinculado a los pueblos de España". Sus palabras han enardecido a la militancia y los simpatizantes, y más cuando las ha remachado diciendo: "No quiero fronteras ni divisiones". Más adelante, Navarro ha vuelto sobre el tema al defender "una Cataluña abierta y plural, la que han hecho personas procedentes de muchos lugares, como Andalucía y no la del pensamiento único".