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La alerta roja de lluvias llegó a Málaga tras tromba de agua que anegó la ciudad

Precipitaciones de 146 litros por metro cuadrado en dos horas siembran el caos con cortes en las principales vías e inundaciones de decenas de viviendas

Fernando J. Pérez

Una violenta tromba de agua con precipitaciones de hasta 146 litros por metro cuadrado en apenas dos horas y media, en combinación con el mal estado de algunos puntos del alcantarillado, sumió este sábado por la mañana a Málaga capital en el caos. El agua, que comenzó a caer con especial fuerza a partir de las diez de la mañana, inundó algunas de las vías principales de la capital malagueña, como la avenida de Andalucía o el túnel de Monte Dorado; anegó decenas de garajes y plantas bajas; dejó aisladas varias barriadas y obligó a desalojar el asentamiento marginal de los Asperones, al oeste de la capital. Con los arroyos a punto de desbordarse, la ciudad revivió por momentos el trauma de las inundaciones de noviembre de 1989, que causaron ocho muertos.

Tornado junto al aeropuerto de Málaga.
Tornado junto al aeropuerto de Málaga.

La tormenta no fue una sorpresa: la tarde del viernes, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) había activado la alerta naranja para Málaga y la Costa del Sol, durante toda la jornada del sábado. El pronóstico acertó de lleno. A la primera tromba, que duró cerca de una hora y estuvo acompañada por un pequeño tornado en la zona del aeropuerto, le sucedió una segunda, de lluvia y granizo, sobre las 12.00. Esta afectó con más dureza a la zona este de la capital, en las barriadas de El Palo y Pedregalejo y se extendió sobre la costa este de la provincia.

Sobre las 13.00, el cielo, aun cargado de nubes, dio un respiro a la ciudad y permitió a los servicios de emergencia atender en mejores condiciones a las cerca de 300 llamadas de auxilio registradas en el teléfono 112. Diversas instalaciones públicas sufrieron inundaciones, entre ellas los hospitales Materno, Clínico, Civil, San Juan de Dios y Parque San Antonio, la Subdelegación del Gobierno o el estadio de La Rosaleda.

A esa misma hora en que empezaba a escampar, la Aemet activaba la alerta roja hasta las cuatro de la tarde, que extendió a la comarca de la Axarquía. Al igual que ocurrió el pasado 28 de septiembre, cuando una gota fría arrasó el norte de la provincia y el valle del Guadalhorce antes de extenderse por Andalucía oriental, este nivel de aviso extremo llegó tarde. Y a las cuatro, la agencia estatal devolvió el nivel de alerta naranja ante el temor de que se produjeran nuevas tormentas durante la madrugada del domingo.

El ruido de la lluvia dio paso al de las sirenas de los servicios de rescate. En la barriada marginal de los Asperones, que quedó anegada en su zona más baja, los pobladores fueron trasladados a la parroquia de la zona de El Consul. También fue desalojada, en Alhaurín de la Torre, la barriada de Santa Amalia, parte de cuyas casas ocupan la zona de inundación del río Guadalhorce, el mayor de la provincia, que ayer experimentó una nueva crecida. Se trata del tercer desalojo que sufre esta pedanía alhaurina en lo que va de otoño.

Las aguas dejaron incomunicadas tres barriadas del norte de la capital malagueña: El Tarajal, La Huertecilla y Santa Águeda. Los alrededores de El Corte Inglés, afectados por las obras del metro, quedaron anegados en cuestión de pocos minutos. El Ayuntamiento activó el plan municipal de emergencias y pidió, a través de los medios municipales y de las redes sociales, que los conductores se abstuvieran en lo posible de circular por la ciudad para facilitar la labor de los servicios de emergencia. El hecho de ser sábado, no laborable para muchos, propició en gran medida que el caos no fuera a mayores

Uno de los indicadores para medir la intensidad de las tormentas en Málaga son los arroyos y ríos que cruzan la ciudad de norte a sur camino del Mediterráneo. Tanto el Guadalmedina —regulado por un pantano— como el Guadalhorce bajaban cargados de agua marrón, en gran parte suelos fértiles arrastrados al mar por la fuerza de la lluvia. Los arroyos Jaboneros y Gálica, en la zona este y encauzados en su tramo final, amenazaron con salirse de su cauce en algunos puntos, si bien la tregua de la tormenta hizo que bajaran de nivel por la tarde.

El temporal no solo afectó a Málaga. En San Roque (Cádiz) un “pequeño tornado” causó desperfectos en la barriada de La Estación, y en Pinos Puente (Granada) un desprendimiento de piedras cortó durante varias horas la carretera A-366. Este domingo, un total de 12 provincias del litoral mediterráneo y cantábrico permanecerán en alerta por fuertes lluvias y tormentas.

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Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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