El promotor de la fiesta queda libre sin cargos tras declarar ante la policía
Miguel Ángel Flores es el dueño de locales problemáticos como Macumba y But
“Piensa en un local conocido de fiesta en Madrid, y seguro que está relacionado con MAF” [siglas con la que se conoce a Miguel Ángel Flores en el mundo de la noche madrileña]. Así se expresa un empresario del sector al referirse al máximo responsable de la empresa Diviertt, la organizadora del festival celebrado en el pabellón Madrid Arena en el que fallecieron tres jóvenes, y que este viernes por la tarde volvió a prestar declaración ante la policía. “No puedo hablar, estoy en la comisaría para declarar”, dijo Flores a EL PAÍS a las seis de la tarde de este viernes, y que no volvió a encender su teléfono móvil hasta tres horas después. Fuentes policiales indicaron que este empresario fue interrogado y que no existen cargos contra él.
Flores es uno de los personajes más conocidos por la mayor parte de los trabajadores del mundo de la noche madrileña, y su nombre está ligado desde 1994 a la conocida sala Macumba, que llegó a recibir un premio europeo por la calidad de sus luces. No obstante, esta sala y otras controladas por Flores, han sido objeto de numerosos conflictos con la administración. Uno de ellos en 2008, cuando el área de Urbanismo del Ayuntamiento constató que la licencia del local no se correspondía con el uso que se hacía de la sala. Pero también a otras como por ejemplo But, Tiffany's o Heineken, ubicada esta última en una emblemática zona de Madrid (entre la plaza de España y la calle de la Princesa).
But, en la plaza de Barceló, es junto a Macumba una de las salas más problemáticas. En 2008 también fue cerrada por el Consistorio por no tener licencia de apertura. Antes también fue clausurada por el concejal ucedista Fernando Bocanegra, siendo alcalde Agustín Rodríguez Sahagún.
Flores, que apenas llega a los 40 años, es presidente de FSM Group, propietario de siete salas de fiesta en Madrid y una en Ecuador. Pero la presidencia de este grupo no es más que la punta del iceberg del número de sociedades relacionadas con Flores. Tres de las 24 empresas en las que aparece como administrador, socio o apoderado, utilizan las letras MAF. Y muchas de ellas mantienen deudas con la Tesorería de la Seguridad Social, una de ellas la propia Diviertt, organizadora del trágico evento del Madrid Arena.
En concreto, Diviertt mantenía al menos dos deudas con la Tesorería de la Seguridad Social por un valor total de 26.047 euros, según se puede comprobar en el Tablón de Edictos de la Seguridad Social, que indica que los meses reclamados por el organismo público son los referentes a los meses de febrero y marzo. La existencia de esta deuda entra en contradicción con el artículo 20 del Real Decreto Legislativo 2/2000, que aprueba el texto refundido de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas, que indica: “En ningún caso podrán contratar con la Administración las personas en quienes concurra alguna de las circunstancias siguientes: no hallarse al corriente en el cumplimiento de las obligaciones tributarias o de Seguridad Social impuestas por las disposiciones vigentes, en los términos que reglamentariamente se determine”. El delegado de Economía del Ayuntamiento de Madrid, Pedro Calvo, aseguró este viernes que el contrato entre la empresa privada Diviertt y la sociedad municipal Madrid Espacios y Congresos se produce al margen de la Ley de Contratos porque la sociedad municipal no se puede considerar Administración pública.
Diviertt tiene pendiente una reclamación, que se encuentra en fase ejecutiva, de 9.053 euros con fecha 20 de septiembre pasado, así como otros 16.993 del 15 de octubre. Según la normativa vigente, la propia Tesorería de la Seguridad Social está obligada a emitir un certificado sobre la solvencia de la firma que contrata con cualquier institución pública, como por ejemplo la empresa municipal Madrid Espacios y Congresos, perteneciente al Ayuntamiento de Madrid. La ley establece que en ningún caso pueden contratar con la Administración las personas que no se hallen al corriente en el cumplimiento de sus obligaciones tributarias y con la Seguridad Social, prohibición que deben apreciar de forma automática los órganos de contratación.
Este empresario madrileño es conocido también por organizar tres festivales que habitualmente congregan a miles de personas. Se trata de Space of Sound, Klubbersday e InfinitaGayWeek. De hecho, la página web oficial del primero de los eventos asegura que en la edición de 2010 alrededor de “20.000 personas disfrutaron de la mejor fiesta” en el Madrid Arena, el mismo donde el pasado jueves murieron tres jóvenes y otras dos sufrieron gravísimas heridas.
Fuentes cercanas a Flores aseguran que la principal fuerza de este empresario es su estrecha relación con los responsables del Ayuntamiento de Madrid, y más concretamente con el vicealcalde de Madrid, Miguel Ángel Villanueva (PP). El número dos de la alcaldesa, Ana Botella, ha asegurado que conoce a Flores, pero ha negado que mantuviera una relación de amistad. Asimismo, Villanueva rechazó cualquier trato de favor hacia Miguel Ángel Flores.
En los últimos años el presidente de FSM Group, aficionado al deporte y que apenas prueba el alcohol, ha protagonizado un divorcio empresarial con su principal socio, Antonio Aguilar, con quien reabrió la antigua discoteca Alcalá 20, que ahora se llama Adraba.
Al romper la sociedad, que agrupaba una decena de locales de copas, surgió la controversia. Y por eso ambos empresarios se han cruzado numerosas denuncias. Fuentes conocedoras de ambos empresarios explican que mientras Aguilar aportaba el dinero, Flores era el socio “intelectual”. En su haber está haber traído a España las fiestas del 1 de enero, que se celebran justo después de Nochevieja. De esta forma, la oferta, y por tanto el negocio de las salas se multiplica, indican los colaboradores de Flores, a quien consideran un “innovador” que se ha creado “muchos enemigos”.
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