Un acusado del chivatazo alega que sin móvil político no hay ‘caso Faisán’
Enrique Pamiés, uno de los dos acusados, recurre el auto de procesamiento del juez Ruz La defensa destaca que solo necesitaba para parar la operación llamar al juez o a sus jefes Afirma que todas las diligencias practicadas se destinan "a confirmar la imputación"
Sin móvil político en el supuesto chivatazo a ETA no hay caso Faisán. Lo dice Enrique Pamiés, jefe superior de Policía del País Vasco cuando se produjo el supuesto soplo a Joseba Elosua (dueño del famoso bar de Irún), en un recurso de reforma que ha presentado contra el auto de procesamiento del juez Pablo Ruz del pasado día 11. La letrada María Ponte, defensora del veterano comisario, intenta desmontar punto por punto el escrito del juez, en el que se cae de las imputaciones el entonces director general de la policía, Víctor García Hidalgo., La abogada se pregunta: "Decaído el móvil político" del chivatazo (detener la operación contra el aparato de extorsión de ETA en pleno proceso de paz con la banda) "¿qué móvil pueden tener dos funcionarios de policía que llevan toda su vida luchando contra el terrorismo?". Además, concluye que en el nuevo auto "no existe un solo elemento nuevo que confirme de alguna forma las sospechas sobre los procesados".
El escrito subraya que Pamiés, de haber querido parar la operación antiterrorista, no tenía que montar una operación para que un subordinado suyo, el inspector jefe José María Ballesteros, se pasara por el bar y entregara un teléfono a Elosua para advertirle de su inminente detención. "Enrique Pamies", dice el escrito, "solo necesitaba descolgar el teléfono y hablar con el director de la policía, con el propio Comisario General de Información o incluso con el juez instructor para aconsejar que dicha operación de detención del aparato de extorsión no se realizara". En el recurso se subraya que, ahora, "sorprendentemente" no haya indicios suficientes contra el director general de la policía.
La letrada subraya como "elemento inconsistente" de la investigación la ausencia de móvil para el chivatazo y sugiere otros, como el que se podía haber tratado de un cebo policial para seguir a Elosua. Ni tampoco ha podido descartarse la posibilidad de que la filtración se hubiera podido llevar a cabo "a través de las redes francesas" de telefonía.
El escrito insiste en que el nuevo auto de Ruz "contiene exactamente los mismos elementos indiciarios" contra Pamiés y Ballesteros que el anterior auto de procesamiento que fue revocado por el pleno de la Audiencia Nacional" el 3 de noviembre de 2011. La letrada pone el acento en subrayar que no se han agotado todas las vías de investigación y resalta que todas las diligencias que el juez ha ordenado están "únicamente destinadas a reforzar las imputaciones". Por ello alega que Ruz no ha admitido "ni una sola" de las diligencias que ha pedido Pamiés y que "solo se han practicado las que el instructor ha considerado adecuadas para el reforzamiento del auto de procesamiento".
Según la defensa de Pamiés, ni siquiera puede considerarse una nueva investigación el informe encargado a la Guardia Civil. Lo que viene a decir el escrito es que el instituto armado solo hizo lo que se le pidió, es decir, corroborar que lo que hizo el equipo policial que investigó el chivatazo (el mismo que iba a detener a Elosua) estaba bien hecho, "pero no que no se hubiesen podido realizar más investigaciones". Por tanto, a Guardia Civil ha concluido que "la hipótesis más plausible es la contenida en el anterior auto de procesamiento", pero en ningún caso, prosigue el escrito, "que esa sea la única hipóesis, ni que no existan otras alternativas".
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