Jordi Sevilla: “Un rescate por parte de la UE le vendría bien a España”

"Marear esperando las elecciones resulta poco serio a ojos de nuestros socios." De esta forma apoya el exministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, la necesidad de que España pida el rescate a la Unión Europea sin más demoras. "Sí", responde rotundamente cuando se le pregunta si la ayuda europea le vendría bien al país. Sevilla también ha abogado por pactos de Estado para hacer frente a los "graves, profundos y complejos desafíos". 

El exministro socialista ha hecho estas declaraciones durante su participación en una entrevista digital con los lectores de EL PAÍS. Sevilla acaba de publicar el libro La economía en dos tardes (Deusto), en el que trata de responder a interrogantes como cuál es el papel de los gobiernos en la economía moderna o cómo funciona la economía del euro. "Dos tardes" fue lo que Sevilla dijo en 2003 que el entonces secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, tardaría en aprender lo que necesitaba saber para prepararse el debate presupuestario.

"El rescate a España será muy distinto del efectuado a Grecia o Portugal y actuará más sobre el precio del mercado de deuda que intentar sustituirlo como ha ocurrido allí. La pregunta/debate debe ser en qué queremos emplear el dinero del rescate. Yo prefiero que en financiar medidas reactivadoras antes que en tapar agujeros del ajuste", ha señalado el exministro.

En su opinión, la recuperación volverá cuando se apliquen políticas reactivadoras y no solo de ajuste presupuestario: "Nuestro problema de deuda es de deuda privada y el ajuste presupuestario es, desde ese punto de vista, contraproducente porque reduce renta disponible de familias y empresas y, con ello, ahorro". Sevilla cree imprescindible más tiempo para alcanzar los objetivos de déficit. "Hay que rebajar cotizaciones y no salarios, hay que reactivar sectores con capacidad de arrastre e impulsar el banco malo para reactivar el crédito", defiende.

En varias de sus respuestas también apuesta por acuerdos entre los partidos que “pongan los intereses generales sobre los particulares”. Lamenta que hoy primen los intereses de las formaciones y dice tener la impresión de que, "en general, la clase política no está a la altura de los desafíos presentes". Y reitera: “Lo más reprochable es la ausencia de voluntad de pactos y acuerdos cuando todas las encuestas y el sentido común, señalan que por ahí sería más fácil encontrar salidas”.