La Audiencia mantiene a Oubiña en libertad con medidas cautelares
Considera que la pena impuesta al narco gallego "no es grave" Fue condenado el día 11 a cuatro años y siete meses por un delito de blanqueo de capitales
El gran capo del narcotráfico gallego Laureano Oubiña, no ingresará de momento en prisión. La Sección Cuarta de la Audiencia Nacional considera que la pena de cuatro años y siete meses de cárcel impuesta el pasado día 11 de septiembre por blanqueo de capitales "no es grave" y justifica su decisión de dejarle en libertad en que siempre ha acudido a los llamamientos y que ha regresado sin problema a la cárcel tras los permisos penitenciarios de los que ha disfrutado durante los 11 años que ha permanecido ininterrumpidamente en prisión.
El fiscal pidió la prisión incondicional y, en caso de que esta no se impusiera, la libertad bajo fianza de 100.000 euros. El tribunal aprecia también que el condenado tiene domicilio conocido y arraigo familiar, por lo que existen "otras medidas cautelares que pueden paliar el riesgo de huida".
Concretamente, las medidas cautelares que le impone la sección cuarta son las de fijar domicilio, personarse los lunes y viernes en la comisaría de policía o en el cuartel de la Guardia Civil más próximo a su domicilio, prohibición de salir de España, retirada del pasaporte y prohibición de obtener otro nuevo hasta que la sentencia por blanqueo que le ha condenado sea firme.
El auto de la Audiencia también recoge que el condenado ha manifestado "que no tiene intención de huir" y que solicitó que se tuviera en cuenta el comportamiento durante los 17 años, 10 meses y 15 días que en total ha estado encarcelado.
Oubiña, que salió de la prisión madrileña de Navalcarnero (Madrid) el pasado 17 de julio, fue absuelto por la Audiencia Nacional ocho días después de su puesta en libertad, de blanquear más de 4,5 millones de euros procedentes de beneficios obtenidos por traficar con drogas. El tribunal le absolvió porque se declararon nulas las conversaciones telefónicas que le intervinieron en la cárcel.
La sentencia relacionada con su última condena consideraba probado que el narco planeó junto a su esposa Esther Lago, fallecida en el año 2001, "la forma de aflorar y dar apariencia legal a los fondos procedentes de las operaciones de narcotráfico que se encontraban a su disposición en el Banco Popular de Melilla".
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