Las víctimas exigen un cambio de Rajoy contra ETA en dos marchas
La AVT pedirá la próxima semana “voz y voto” en los beneficios penitenciarios
El divorcio entre el Gobierno de Mariano Rajoy y las víctimas del terrorismo se ahonda, especialmente después de la polémica por el caso Bolinaga. Ese desencuentro por la excarcelación, ahora paralizada, del preso que participó en el secuestro de Ortega Lara, y que ha decidido a las asociaciones a salir a la calle de forma regular tuvo ayer dos escenarios: Madrid y Álava; pero un único objetivo: mostrar la disconformidad con la política penitenciaria del Ejecutivo.
La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) protagonizó una marcha a pie entre la alavesa cárcel de Nanclares de Oca y la nueva prisión de Zaballa, donde cumplen condena los disidentes de ETA. La presidenta de esta asociación reclamó un cambio legislativo que permita a las víctimas del terrorismo “tener voz y voto” en decisiones relacionadas con la política penitenciaria del Ejecutivo.
Ángeles Pedraza aseguró que el tercer grado para Bolinaga —enfermo de cáncer— cayó entre las víctimas como “un jarro de agua fría”, pero mostró su confianza en que el recurso de la fiscalía contra su excarcelación prospere. Pedraza reveló que está a la espera de cerrar un encuentro para la semana que viene con el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, en el que tiene previsto expresarle sus demandas, entre ellas la posibilidad de que las víctimas puedan ser parte para recurrir la libertad de etarras.
En Madrid, la protesta de la asociación de Francisco José Alcaraz, Voces contra el Terrorismo, y de Mujeres por la Justicia reunió a un millar de personas, que demandaron la dimisión del titular del Interior y calificaron la política penitenciaria del Gobierno de “traición”. Durante la concentración, a las puertas del ministerio, corearon lemas como “Rajoy es traicionero como Zapatero” o “Rajoy, veleta, qué le debes a ETA”.
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