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Feijóo apura el plazo para decidir si convoca las elecciones el 21-O

El presidente gallego debe disolver hoy el Parlamento si opta por el adelanto

Hermético hasta el último segundo, como en todas sus decisiones trascendentes. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha mantenido hasta el final el suspense sobre su hipotético adelanto electoral para hacer coincidir los comicios gallegos y los vascos, que ya están convocados para el 21 de octubre. Si su idea es llamar a votar ese día hoy expira el plazo. Feijóo tendría que firmar el decreto de convocatoria electoral y disolver el Parlamento antes de informar a su Gobierno. Se trata de una competencia exclusiva del presidente y Feijóo ha querido evidenciar que es él quien decide después de escuchar a todos.

Anoche, ni los consejeros de la Xunta consultados ni pesos pesados del partido daban pistas sobre la fecha definitiva y la agenda de la Xunta tampoco hace presagiar nada extraordinario para hoy: hay prevista una visita a las obras del AVE en compañía de la ministra de Fomento, Ana Pastor, programada desde el mes de julio y la habitual rueda de prensa de los lunes del portavoz parlamentario, Pedro Puy. Pero colaboradores suyos sostienen que también eso podría formar parte de una maniobra de distracción, dada la obsesión del presidente gallego por evitar las filtraciones. Sucedió igual con la designación de su gobierno, otra de sus prerrogativas indelegables: ningún nombre salió en los periódicos hasta que él personalmente enunció la lista de consejeros.

El presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo.
El presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo.Chema Moya (EFE)

En los últimos seis días, desde que el lehendakari, Patxi López, agotó su margen de maniobra y le obligó a elegir entre el 21 de octubre o dejar morir el mandato hasta marzo en medio de un clima de crispación social creciente y con su partido desangrándose en las encuestas, Feijóo ha escuchado a todo el mundo. Desde alcaldes a consejeros y por supuesto también a los presidentes provinciales. Pero el dilema es tan complejo que durante estos días ha escuchado de todo.

Y de entre los que han salido de su despacho, colaboradores del partido y de la Xunta, parten diagnósticos variados: desde “la temeridad” que supone agotar la legislatura en este contexto a la conveniencia de hacerlo para poder reformar la ley electoral y reducir diputados para garantizar un reparto de escaño más propicio al Partido Popular primando el peso de sus graneros de votos, las provincias de Lugo y Ourense.

Dos dirigentes que le conocen bien aseguran que la decisión está tomada desde el pasado jueves. Ambas fuentes discrepan a la hora de concluir qué hará. Dan por hecho que ha informado al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el interés de la dirección nacional en el adelanto. Pero poco más. El sábado el propio Feijóo comió con los cuatro barones provinciales para comunicarles la decisión con la condición de guardar silencio. Ese encuentro sirve a algunos para abonar sus tesis preconcebidas del adelanto. Pero quienes le tratan desde su época de la oposición piden no precipitar las conclusiones “porque el jefe es imprevisible”. La dirección del PSOE, en cambio, daba ayer por hecho que el presidente de Galicia convocará hoy las elecciones anticipadas, según fuentes de Ferraz.</IL>

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