Muere un menor embestido por una vaquilla en la plaza de toros de Huesca

 Diego P., un estudiante de 16 años, ha muerto este miércoles en Huesca, como consecuencia de las heridas sufridas tras ser embestido por una vaquilla en la plaza de toros y chocar contra una arista del burladero. Era el último día de las fiestas de San Lorenzo de la capital oscense. Las peñas y el Ayuntamiento han acordado suspender todos los actos programados, salvo la ofrenda de flores y de frutos, como homenaje al fallecido. El Consistorio ha decretado asimismo dos días de luto oficial.

Tras la cogida, el joven —quien residía en la localidad de Bolea, a 20 kilómetros de Huesca— ha sido llevado a la enfermería de la plaza de toros, donde ha llegado consciente. Minutos después, ha entrado en parada cardiorrespiratoria, por lo que se ha precisado su traslado al hospital San Jorge de Huesca en una UVI móvil. La violencia del impacto en el tórax le ha ocasionado graves lesiones internas en varios de sus órganos vitales. El Gobierno de Aragón ha informado de que el fallecimiento se ha producido en torno a las once de la mañana, hora y media después de la embestida.

Varios testigos han indicado que el chico se ha visto sorprendido por el animal cuando deambulaba “despistado” por la arena del coso.

La alcaldesa de Huesca, Ana Alós, ha explicado que el reglamento de la plaza permite a los menores de 16 años que salten a ella durante los festejos con vaquillas. Así lo establece también la regulación de festejos taurinos de la comunidad de Aragón. No obstante, las peñas de Huesca desaconsejan a sus socios su participación hasta que no sean mayores de edad. Alós ha añadido que esto es “difícil de controlar” en ocasiones, y ha recalcado que es la primera vez que se produce un accidente de este tipo en la ciudad.

Diego P. era el menor de tres hermanos varones, y pertenecía a una familia muy querida en Bolea. Asistía al Centro de Enseñanzas Integradas —actualmente IES Pirámide—, a tres kilómetros de Huesca, al que se desplazaba diariamente en autobús. De acuerdo con allegados del joven, este planeaba estudiar arte dramático. Su padre —de origen irlandés— y su madre, quien es vasca, regentan desde hace alrededor de un año un bar en la capital oscense. Ambos se trasladaron con sus hijos a este pueblo de poco más de 500 habitantes, procedentes de Irlanda, hace aproximadamente una década, según los vecinos. Estos se sienten conmocionados por el suceso.

La suelta de vaquillas se había celebrado todos los días de las fiestas de San Lorenzo a las ocho de la mañana.

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