El PSOE protesta por el trato “vejatorio” a mujeres de mineros en el Congreso
Según los socialistas, la policía les obligó a "despojarse de calzado, de camisetas y pantalones" Fuentes oficiales señalan que los controles han sido los habituales
Las 22 mujeres, esposas y familiares de mineros, que acudieron este miércoles al Congreso para asistir a una moción del PSOE en defensa de las subvenciones al carbón no pasaron un buen día. Además de ser expulsadas de la tribuna de oradores cuando mostraron con gritos su disconformidad ante algunos pasajes del discurso del diputado del PP Rafael Hernando, antes se sintieron presionadas, hostigadas e incluso vejadas por miembros de la policía. La portavoz adjunta del Grupo Socialista, María Luisa Carcedo, ha expresado por carta al presidente del Congreso, Jesús Posada, en nombre de los socialistas, la “más enérgica protesta”.
Lo peor que les ocurrió este miércoles se produjo en el control de acceso a las tribunas en las que fueron requeridas para ser cacheadas por mujeres policías detrás de un biombo. “Se han visto sometidas por la policía no solo a las normas imprescindibles para garantizar que no se produzcan alteraciones del orden en las sesiones, y en las tribunas, sino a otros controles personales claramente desproporcionados y en algunos casos de carácter vejatorio”, escribe Carcedo, en nombre del PSOE, al presidente del Congreso. La diputada alude a “actuaciones como obligarlas a despojarse del calzado, de camisetas e incluso de pantalones”.
¿Qué buscaba la policía? Los agentes querían evitar que estas mujeres extendieran desde la tribuna pancartas u objetos alusivos a la lucha de los mineros. Al parecer encontraron algunos objetos pequeños con lemas reivindicativos, como abanicos y broches hechos de tela de unos diez centímetros con figuras de mineros y un pequeño letrero: “No somos terroristas”. Esos muñecos ya los lucen algunos diputados desde hace días. La diputada socialista pide a Posada “explicaciones sobre la actuación policial”, ya que el presidente del Congreso es el máximo responsable de lo que ocurre en la Cámara baja en todos los ámbitos.
No da esa versión la policía ni los servicios del Congreso para quienes el procedimiento “ha sido el habitual” para garantizar la seguridad de la Cámara. "Los controles han sido los habituales y no ha habido ningún tipo de vejación”, señalan en fuentes oficiales parlamentarias.
No lo ven así las diputadas y diputados socialistas que creen mucho más la versión de las familiares de los mineros. Estas mujeres acudieron al Congreso por invitación del Grupo Socialista y empezaron con ellas la jornada a las ocho de la mañana con un café en un establecimiento cercano al Congreso. La veintena de mujeres no pasó desapercibida y agentes de policía las estuvieron vigilando desde su entrada a la cafetería hasta que entraron en las dependencias del Congreso para pasar los controles de seguridad. “Ha habido exceso de celo”, señala una diputada que estuvo en la comitiva de socialistas que las acompañó antes de que entraran a la tribuna de público. Además de la portavoz del Grupo Socialista, Soraya Rodríguez, estuvieron con ellas las parlamentarias socialistas asturianas María Luisa Carcedo, Mariví Monteserín, el diputado por esa región Antonio Trevín y el exministro de Defensa e Interior José Antonio Alonso, diputado por León.
La jornada terminó con su expulsión de la tribuna de oradores ya que gritaron un sonoro “mentiroso” al escuchar al popular Rafael Hernando, hablar de las ventajas de los mineros, entre otras, la jubilación anticipada. La tensión sufrida se manifestó ya en la calle y se manifestó en las lágrimas de algunas de ellas.
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