Los vocales del Consejo buscan entre los jueces del Supremo al sustituto de Dívar

El Consejo General del Poder Judicial está sondeando a jueces del Tribunal Supremo para saber si estarían dispuestos a asumir durante lo que queda de legislatura, unos 14 meses, la presidencia de ambos organismos, en sustitución del dimitido Carlos Dívar.

No va a ser fácil hallar a un candidato que concite consenso y acepte, y tampoco reunir los votos precisos para el nombramiento: son necesarios 12 de los 20 consejeros que hay. Lo más complicado ahora es alcanzar acuerdos en un Consejo que empezó con dos sensibilidades —progresistas y conservadores— y que con el paso del tiempo y las riñas internas se ha convertido en una serie de grupúsculos muy mediatizados por sus respectivas asociaciones. Aun así, muchos vocales están sondeando por su cuenta a magistrados del Supremo. El perfil que buscan es el de un juez de prestigio cercano a la jubilación, ya que este Consejo acaba su mandato en septiembre del año próximo. “Si se tira de escalafón, no más de siete u ocho reúnen ese requisito”, señalan fuentes del Consejo.

Se habla de jueces, todos ellos del Supremo, como Juan Antonio Xiol, Carlos Granados, José Antonio Martínez Vares, Jesús Corbal, Rafael Fernández Montalvo o Ricardo Enríquez. Tras la dimisión de Dívar, Xiol ocupa en funciones la presidencia del alto tribunal. Es una apuesta sólida, pero en el Consejo hay quien le descarta, no por falta de reconocido prestigio, sino porque quizás prefiera esperar un año y postularse como candidato a una de las dos plazas para magistrado del Tribunal Constitucional que deberá designar el Poder Judicial.

La correlación de fuerzas en el Consejo, ahora con hasta cinco tendencias, obligaría a pactar para reunir los 12 votos.

Las últimas posiciones describen el siguiente panorama de afinidades: está el grupo que forman cuatro vocales de Jueces para la Democracia liderados por Margarita Robles; el que integran otros cinco vocales adscritos a la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura —Manuel Almenar, Miguel Collado, Gemma Gallego, Antonio Monserrat y Pío Aguirre—. Otro grupo, también conservador, que forman el actual presidente en funciones, Fernando de Rosa, y el vocal Antonio Dorado; otro más, este progresista, en torno a las fiscales Gabriela Bravo (la portavoz), Almudena Lastra y Manuel Torres Vela (este último, de una asociación judicial moderada, Francisco de Vitoria), a los que a veces se unen los dos vocales nacionalistas. Y, finalmente, hay otro grupo, el de los conservadores, con Claro Fernández Carnicero y Concepción Espejel, así como “un verso suelto”, como definen algunos consejeros a José Manuel Gómez Benítez, el vocal progresista que destapó el caso Dívar. Benítez es también el vocal que denunció que Robles, aun siendo propuesta por el PSOE, amañaba nombramientos del altos cargos judiciales con el ala conservadora del Consejo. En esta maraña de grupos, donde los recelos están vivos, resulta complicado, pero no imposible, reunir 12 votos.

En teoría, el nuevo presidente debería ser del sector progresista. Aunque conservador, Dívar fue una propuesta del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero a Mariano Rajoy, que aceptó. No todos los vocales están por buscar un candidato moderado, ni de unos ni de otros, pues le darían todas las bazas al vocal Torres Vela. El debate está abierto. Aunque hay voces que apuestan por esperar hasta después del verano para elegir al sustituto de Dívar. “Acabamos de salir de una crisis sin precedentes, quizás sea conveniente dejar correr el agua hasta después del verano y no estar de nuevo en la palestra con líos dentro del Consejo”, opinan vocales de ambas tendencias.