Unió Mallorquina recabó votos a 80 euros para las elecciones de 2007
El sumario del ‘caso Ossifar’ destapa ofertas de empleo a cambio de apoyo electoral
Desde el partido Unió Mallorquina (UM) se llegaron a pagar 80 euros por voto captado en Palma de Mallorca en las elecciones autonómicas y locales de 2007, según se ha sabido ahora, al levantarse el secreto del sumario del caso Ossifar, una trama de empresas de limpieza de pozos negros. Los activistas de la formación, además, prometieron en barrios populares y entre inmigrantes latinoamericanos empleos para los conseguidores de votos si en la compra captaban a toda su familia. En la empresa de limpieza y basuras Emaya de Palma —controlada por UM— fueron contratados 178 militantes del grupo que lideraron Maria Antònia Munar y Miquel Nadal.
UM era un grupo minoritario, pero clave para configurar las mayorías en Baleares durante tres décadas. Se disolvió en 2010 por el cúmulo de escándalos de corrupción que lo afectaban, la detención e imputación de sus dirigentes y cargos públicos y el registro de su sede. El exsecretario general de UM, Tomeu Vicens, cumple pena de más de tres años de cárcel por malversar más de 12.000 euros públicos y suma una condena igual por otro asunto. Decenas de excargos de la formación están pendientes de juicios.
UM creció en el poder como pareja del PP desde 1983 hasta 2007. Controló desde el Gobierno autónomo urbanismo, carreteras, turismo y medio ambiente. Su peso fue determinante para que el PSOE y el PSM-IU pudieran gobernar en la pasada legislatura (2007-2011) y en otra anterior (1999-2003).
Cita judicial
El próximo lunes, Nadal, Munar y empresarios de su entorno se sentarán en el banquillo de la Audiencia de Palma por otro caso, llamado Maquillaje. Munar se enfrenta una posible pena de seis años de cárcel por malversar 240.000 euros públicos del Consell de Mallorca que destinó a una empresa audiovisual de su propiedad.
En el caso Maquillaje, Munar fue delatada por su exsocio el productor y periodista de Video U Miquel Oliver y, especialmente, por su ex mano derecha, Miquel Nadal.
En otros tres escándalos —Voltor, Maquillaje y Picnic— se documentan pistas de parecida supuesta corrupción, manejo de las instituciones y de partidas de concesionarias para engrasar la maquinaria del partido y su red de militantes.
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