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El PSOE apoya la nacionalización de Bankia si se recupera el dinero público

El secretario general de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba, pedirá al Gobierno toda la información sobre la entidad financiera

Vídeo: ULY MARTÍN | ATLAS

Una delegación de la cúpula del PSOE se reunió a última hora del jueves con el ministro de Economía, Luis de Guindos, para decirle que puede contar con los socialistas en la operación para rescatar a Bankia. Con dos condiciones: que el Estado recupere, algún día, el dinero que ha puesto en el banco; y que se “delimiten responsabilidades” acumuladas “durante años”. Para precisar quién y de qué forma cree el PSOE que debe rendir cuentas por lo que ha ocurrido —los directivos, el Banco de España, el Gobierno anterior, el actual—, los socialistas esperarán a tener “toda la información”, según dijo por la mañana el secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba.

“Es importante que no haya una quiebra. No podemos dejar caer el cuarto banco del país. Los daños serían incalculables”, alertó Rubalcaba para argumentar su apoyo al Gobierno en esta operación. Por eso, “el PSOE es partidario de que el Estado entre en Bankia”. Pero, igual que entra, “tendrá que salir”. “Y hay que garantizar que, cuando salga de Bankia, no haya pérdidas para el Estado, que ni un solo euro público se gaste en esta operación”, zanjó. Dicho de otra manera: “Que al final del proceso el dinero público que se ha puesto se recupera, a ser posible con beneficios”.

En efecto, el dinero público ya se ha puesto: son los 4.465 millones que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero prestó a la matriz de Bankia —el Banco Financiero y de Ahorro— en 2010 y que el banco tendía que devolver: como ahora se declara incapaz de hacerlo, el Gobierno transforma ese dinero en acciones y se hace, así, con el control de la entidad. Lo que Rubalcaba pidió el jueves es que, cuando Bankia “esté saneada”, el Estado venda esas acciones, pero que las venda “sin pérdidas”, recuperando todo lo que puso —y, en el caso de que PP inyecte ahora más dinero, también esa cantidad—. En ningún caso se plantea el PSOE, a juzgar por las palabras de su secretario general, que el Estado no salga de Bankia, es decir, que esta operación sea el embrión de una banca pública, una nacionalización definitiva.

En cuanto a las responsabilidades, Rubalcaba remarcó que hay que exigírselas, “primero, a los gestores: los actuales y los antiguos”, porque en Bankia ha habido “años de mala gestión” y “habrá que hablar de responsabilidades de esa gestión hacia atrás”. Se mostró dispuesto a discutir “de todo” —de los consejos de administración con presencia de políticos, del papel del gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez—, pero prefirió no apuntar aún a nadie. “Cuando tengamos toda la información, no me morderé la lengua”, dijo.

Esa posición adelantada por Rubalcaba es la que llevaron a la reunión con el ministro De Guindos los tres dirigentes socialistas convocados: el portavoz de Economía en el Congreso, Valeriano Gómez, el secretario de Organización del PSOE, Óscar López, y la responsable de Economía del partido, Inmaculada Rodríguez Piñero. Una reunión en la que no solo se habló de Bankia sino de la nueva reforma del sistema financiero —la cuarta desde que estalló la crisis en 2008— que previsiblemente el Gobierno aprobará el viernes por decreto y luego tratará de negociar en el trámite parlamentario.

Una de las medidas que el Ejecutivo podría incluir en esa reforma es la creación de bancos malos —donde las entidades puedan refugiar sus activos tóxicos, las pérdidas de la burbuja inmobiliaria, para sanear sus cuentas—. El PSOE es “muy reticente” a esa fórmula, señaló Rubalcaba, porque, “cuando sale lo tóxico, generalmente se envenena el Estado”. “No nos gusta en absoluto”, dijo.

En Bankia, el Estado ha puesto el dinero precisamente en la matriz que tiene los activos tóxicos —lo que la asemeja mucho a un banco malo—, pero el PSOE considera que ese es un caso distinto porque el control político se tendrá sobre el conjunto del banco.

Rubalcaba sí insinuó que su partido condicionará el apoyo a la reforma financiera a que el Gobierno se siente a hablar sobre los recortes en sanidad y educación. “El jueves se votan tres decretos leyes: las medidas financieras, los recortes sanitarios y los recortes educativos. Los tres forman parte de la misma hoja de ruta del Gobierno. Y el financiero es muy importante; pero la educación, ni le cuento; y la sanidad, qué le voy a decir”, afirmó. Cuando se le preguntó qué quería decir, añadió: “Lo que hago es enmarcar políticamente la negociación”.

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