El primer Aberri Eguna sin ETA apunta un frente soberanista

La izquierda abertzale ha realizado una exhibición de fuerza al congregar a varios miles de personas (30.000, según los organizadores, y unas 12.000, según la policía) en el Aberri Eguna [Día de la Patria Vasca] en Pamplona. Convocados por la red Independentistak, la izquierda abertzale, junto a sus socios de Amaiur (Eusko Alkartasuna, Alternatiba y Aralar), además de los vascofranceses de Abertzaleen Batasuna, han escenificado su unión como paso previo para lograr su objetivo en el liderazgo soberanista: la independencia.

Se trata del primer Aberri Eguna desde el anuncio por parte de ETA del fin de la actividad terrorista en octubre pasado, el último de esta legislatura en Euskadi —se adelanten o no las elecciones autonómicas, previstas para marzo de 2013— y el primero que todas estas formaciones celebran juntas tras unirse en Amaiur. Era una cita “diferente” a la de años anteriores, un “punto y aparte” y hasta “un hito”, según los organizadores, ante la pugna electoral que se plantea de cara a las autonómicas. Ante esta cita, el PNV y la izquierda abertzale se han embarcado en una lucha abierta por hacerse con la hegemonía nacionalista.

En contraposición al tradicional acto que el PNV celebró en Bilbao, con unos 2.000 asistentes, Independentistak movilizó a miles de personas que clamaron por las calles de la capital navarra, en un ambiente festivo y reivindicativo, por el derecho a decidir, “desde las diferencias” pero “todos juntos, a favor de la independencia”.

Así lo expresó una de las portavoces de la plataforma organizadora, Garbiñe Bueno, en sintonía con el mensaje lanzado poco antes por la portavoz de la izquierda abertzale Maribi Ugarteburu. Esta subrayó que este Aberri Eguna es “afortunadamente diferente” por la unión de las fuerzas independentistas de izquierdas en una misma convocatoria, que demuestra la “vocación consolidada de trabajo en común y de esfuerzo compartido". Los herederos de Batasuna insisten en los llamamientos a la unidad de fuerzas soberanistas en torno a ellos para restarle apoyos y peso al PNV.

Sin mencionar “un escenario de paz y de convivencia democrática entre todas las culturas de este país, basado en el respeto a todos los derechos, incluido el derecho a decidir como país”.

La jornada comenzó con una manifestación encabezada por una gran ikurriña y seguida de una pancarta con la palabra Independentzia. La marcha, que concluyó en el Paseo Sarasate bajo una intermitente lluvia, estuvo protagonizada por los eslóganes reclamando el acercamiento de los presos de ETA al País Vasco y los gritos en favor de la independencia. Entre los asistentes destacaron dirigentes de la antigua Batasuna, como Rufi Etxeberria, Joseba Permach y Pernando Barrena, así como representantes de Bildu y Amaiur, entre ellos el diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, y el diputado por Navarra Sabino Cuadra.

La manifestación acabó con un acto protagonizado en exclusiva por Independentistak, en el que el principal portavoz de esa red, Txutxi Ariznabarreta, dijo que con la independencia “Euskal Herria gana. Gana libertad, gana soberanía, gana democracia, gana una república vasca, democrática, avanzada, con justicia social, una Euskal Herria solidaria con el resto de naciones del mundo”.